Los buenos "progres", cuando se les apunta la necesidad de prohibir el uso público de velos islámicos (desde el Hiyab y Nícab, hasta el Chador y la Burqa) en el laico y civilizado Occidente, se amparan en la tesis, tan "mayosesentayochesca", del Prohibido Prohibir.
Pero en Occidente, precisamente gracias al progreso de nuestra civilización, están prohibidas muchas cosas, como conducir sin permiso administrativo, robar, violar y matar a tu vecino del sexto 2ª. Y a todos nos parece de puta madre.
¿Por qué, entonces, no se puede prohibir una norma medieval, que ni siquiera es obligada por el mismo Qurán si no impuesta, por tradición machista, por los putos imanes, y que discrmina a las mujeres, incluso cuando estas viven entre nosotros en Sant Feliu de Guixols o en Mantes-la-Jolie y aunque por presión familiar o el mismo peso de la costumbre, pueda parecer que lo aceptan libremente?
Y cuando el limitado del President de la Generalitat, el Montilla, dice que el no prohibiría las corridas de toros, lo hace con la misma excusa barata: que le molesta la palabra Prohibir. Luego, ¿por qué me prohibe abrir una casa de putas en el vestíbulo del Palacio de la Generalitat? (*).
Pero todavía peor aquellos que se indignan por mi insistencia en prohibir la tortura y matanza, como espectáculo cruel e incivilizado, de una pobre bestia, diciendo que, con que los contrarios a la "Fiesta Nacional" no vayan si no les gusta, en paz. Y que dejen disfrutar, sin malignas o malvadas prohibiciones, a los que les encanta el "arte del toreo". Que viva la libertad individual.
Yo les diría a estos últimos: ¿por un instante os podríais poner en la piel del toro?. Por que aún que los contrarios no vayamos, mientras no se prohiba, (prohibir de una puta vez, coño), la pobre bestia no dejará de ser pinchada, perforada, acribillada, degollada, desangrada y muerta en medio de atroces sufrimientos, ya que un animal tiene el mismo sistema nervioso que una persona y siente el dolor. Lo único que son las personas, algunas, es más animales, más salvajes y crueles, que las bestias.
¿Contrario yo al aborto? En absoluto. A muchos les deberían haber prohibido nacer, tales como a los imanes, fundamentalistas musulmanes, o a las Esperanzas Aguirres, fundamentalistas "pro Fiesta Nacional" y ¡Viva España, joder...!
Coronel Von Rohaut
(*) Que vistas algunas de las personas que circulan por allí, a lo mejor no está tan prohibido, tú...
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