Si eres árbitro, dirigente deportivo o periodista imparcial.
Cada vez que un jugador de fútbol de gran presencia física, alto y fuerte como, por ej., Zlatan Ibrahimovic, en una jugada con balón dividido, va al choque cuerpo a cuerpo (lo que no tiene por que ser penalizado) e, indefectiblamente, el jugador contrario sale rebotado y va al suelo, le pitan falta en ataque. Lo mismo le ocurre muy a menudo a Touré Yaya. Y algo parecido le ocurría al gran (en todos los sentidos) Shaquille O'Neal, en la NBA.
Parece como si los árbitros (*) castigaran la superioridad física, genética, de uno de los dos jugadores enfrentados.
Pero cuando un jugador, más rápido que otro, como el Lionel Messi muchas veces, o el inglés Walcott ayer mismo frente al Barcelona, se va de su marcador por velocidad, lo que también es un rasgo de superioridad física en otro concepto ¿por qué no le pitan falta y le paran?
¿Sería absurdo, estúpido y surrealista, verdad? Pues lo otro también ¿O no?
Coronel Von Rohaut
(*) Por cierto, muy bueno el de ayer, el suizo Massimo Busaca. Pitó las faltas que lo eran pero en ningún momento paró el jugo, jodió la fluidez de las jugadas, por un simple contacto (que nunca es falta de por sí), como hacen, día sí y otro también, la mayoría de los putos "referees" españoles, que son más malos que la tiña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario