miércoles, junio 23, 2010

Quizás algo cambiará en Afghanistan

David Petraeus fue el inspirador del manual americano de contra-insurgencia pero McChrystal fue su rígido aplicador en Afghanistan.

Desde que McChrystal se hizo cargo del mando había reducido drásticamente el uso de la fuerza y sobre todo de los raids aéreos y ataques aéreos de apoyo, para evitar los llamados "daños colaterales".

Precisamente hacía muy pocos días había yo comentado aquí mismo que la muerte de un militar francés pudo deberse a la falta de apoyo aéreo cercano.

Mientras que Petraeus en Irak no había ahorrado en bombas y munición aérea, por lo que es posible que ahora que está al mando en la linea del frente afghano aplique la doctrina a su manera, tal como explican aquí comentaristas americanos.

Y los que estarán contentos con la marcha de McChrystal serán los franceses ya que en el artículo-interviu causante de su cese fulminante, no solo se burlaba de sus altos mandos y superiores si no que, en el curso de una reciente visita a París, donde habló en la "Ecole Militaire" y fue recibido con honores de héroe, hizo comentarios despectivos sobre los franceses, dijo que prefería una patada en el culo que ir a la cena de gala, mostrando su dedo corazón hacía arriba de forma insultante e ironizando que le gustaba más la cerveza Bud Light Lime (lo que aquí llamamos una "clara", una "mixta" y en Francia un "panaché") que el vino de Burdeos. Y al preguntar quien estaría en la recepción, su ayudante, el coronel de su Estado Mayor, dijo "algún ministro francés; una mariconada" (*).

McChrystal había ido a París a explicar, a venderles, la nueva estrategia militar a sus aliados y en lo que sí quizás tuvo razón el americano "cow boy" es en decir que le reventaban estos "numeritos para mantener la ficción que tenemos unos aliados". Para ellos es su guerra y los demás hacemos de comparsas.

Coronel Von Rohaut

(*) En cambio, David Petraeus es francófilo y, como ya expliqué anteriormente, introductor en el ejército USA de las doctrinas "COIN" teorizadas por los coroneles Galula y Trinquier.

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