No, no iré a la manifestación encabezada por un español como Montilla. Ya lo dije pero lo volveré a explicar por si alguien no lo entendió y porqué ayer lo volví a discutir con gente que opinaba que había que hacer presencia, hacer número, para evitar que en Madrid aprovechen para decir que los independentistas son cuatro gatos.
Recuérdese que allí sostienen que el mismo Montilla es un separatista de tomo y lomo cuando éste, cuando hace cuatro días era ministro en Madrid, se oponía a los términos nación y al catalán lengua preeminente. Y junto con sus "psoecialistas" del PSC Sector Españolista, se oponía a la mayor parte del Estatut y si lo dejó pasar, al final, fue confiando (y no se equivocó un ápice) que ya lo recortarían en Madrid. Y ahora preside una manifestación pro defensa del Estatut pero se avergüenza de ir detrás del lema "Som una Nació" que, es precisamente, la parte de Estatut que había que salvar. Pura esquizofrenia delirante.
Y a los que sostienen, de buena fe, que hay que ir y, con nuestra presencia masiva, convertir la "mani" en un grito de "¡Independència!", esto ya se ha hecho varias veces. Incluso con miles de personas. ¿Y al día siguiente, qué? Pues. Como dicen desde el gobierno, que salgan y chillen, que esto "encauza" su frustración y, al día siguiente, seguirán tragando como siempre ya que en Madrid saben, de sobras y por experiencia, que nos seguiremos bajando los pantalones y, despues de los "focs d'encenalls", de la "flamarada", la llamarada, dado que a los catalanes nos mata la estética, bajaremos la cabeza y seguiremos tragando, convencidos que ya hemos hecho lo que, estéticamente, teníamos que hacer: flamear las banderas esteladas al viento y volvernos con la cola entre las piernas, cagados que somos.
Pues ya no. No más. "Prou". Basta. Ya no me dejo "encauzar", ni manipular, ni domesticar, ni enjaular, ni encular. Ni por el Pujol, ni el Más o el Durán; y menos por el Montilla y sus Icetas, Zaragozas, etc. Tampoco por el analfabeto del Zapatero ni el maricón del Rajoy. Por lo menos el Aznar, coherente, no se esconde que es mi enemigo mortal y perenne.
O tomamos medidas, políticas faltaría más, drásticas y contundentes, definitivas, o nos quedamos en nuestro agujero a lamernos las heridas. Porqué como dijo alguien, en política se puede hacer de todo menos el ridículo.
Coronel Von Rohaut
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