Ayer presidieron una reunión sobre economía y liderazgo, en el monasterio de "Sant Benet de Bages" y organizada por ESADE, un elenco de personalidades encabezadas por Jordi Pujol, Felipe González y Javier Solana.
Aunque todos ellos han protagonizado grandes cagadas en algún momento de su carrera, vaya diferencia, que grandiosa diferencia, con los líderes del momento español actual, que son de una ramplonería y nivel intelectual escandalosamente vergonzosos.
Ninguno de los tres se refirió explícitamente a Zapatero pero se les entendió todo; sobre todo cuando González señaló la existencia de una "fantástica crisis de liderazgo... entre los líderes europeos".
La diferencia que va de unos estadistas de nivel europeo a un pobre lameculos que solo pierde el suyo para obtener alguna foto con los grandes del mundo.
Va loco para aparecer junto al Sarkozy o la Merkel, que le dan la mano para aprovecharse en algo, pero que le desprecian olímpicamente en su fuero interno (*). Y solo para fotografiarse junto al Obama, que le ignora completamente y no menos que el Bush lo que todavía es peor que el desprecio, no duda en hacer miles de kilómetros.
Y ahora viene el Papa, precisamente otro "Benet", Benito o Benedicto, el XVI, a Santiago y a Barcelona; a consagrar como basílica el templo de la Sagrada Familia de Barcelona, antes que se caiga la famosa obra de Gaudí, aquel gran arquitecto e independentista catalán. Como Jefe de Estado que es, solo tenía previsto reunirse con el Rey y con los Príncipes de Asturias. Pero el ZP envió a Roma a la ministra "de la Vogue" para rogar (nunca mejor dicho) que también se fotografiara con él, ni que fuera al despedirse en el Prat. Y es que el pájaro no tiene remedio...
Coronel Von Rohaut
(*) En una conversación privada pero que trascendió, a Sarkozy se le escapó que el Zapatero era un pobre diablo; un "limitado" creo que dijo.
Mi coronel, tengo entendido que Gaudí era catalanista pero no independentista, de hecho su mayor mecenas era un gran patriota español(Güell).
ResponderEliminarTiene numerosos escritos declarando su deseo de una Catalunya soberana e independiente, aparte de quien le encargara trabajos de su especialidad, incluidas obras en León y Astorga.
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