Esta mañana, al levantarme, he recordado una anécdota que me contaron de primera mano.
Noel Clarasó era un escritor catalán, humorista, que por aquel entonces colaboraba regularmente en
La Vanguardia. Vivía en el casco antiguo de Sarriá y algunas mañanas, al cruzarse con mi suegro, con el que se conocían de toda la vida, a modo de saludo y en lugar de desearle un buén día, inquiría, solícito: "¿Què, Felip, ja has cagat bé avui?".
Sabedor como era que para la salud, tanto la del cuerpo como la del alma, era bueno el hacer bien de vientre.
A veces las cosas sencillas de la vida son las más importantes.
Como tambien de Sarriá era el poeta J.V. Foix, aquel que cuando le preguntaron su opinión sobre la "gauche divine", respondió que él era de la "droite diabolique". Foix estuvo años proscrito al no comulgar con la mayoría izquierdista (de boquilla) y hasta marxista (por pose) de la "progresía intelectual" que dominaba el mundillo artístico de Barcelona (y plantaba cara al cutre y gris franquismo, que todo hay que decirlo). Pero Foix, abandonado también por su esposa, al parecer, por culpa de su impotencia, ha sido uno de los mejores poetas surrealistas y simbolistas en lengua catalana, como los sonetos "Sol i de dol", de 1947.
A él le gustaba ser recordado como "el pastelero de Sarriá", un "botiguer" que veraneaba en el Port de la Selva, cerca de Cadaqués. Y ahora dá nombre a una nueva y gran avenida de nuestro barrio.
Coronel Von Rohaut
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