Estaba ayer viendo, por la tele, un partido de golf en los míticos "links" del Old Course de St. Andrews, en el Fife de Escocia, y por el movimiento de las banderas y las caras de los participantes, hacía un viento y frío que te cagas. Con brumas bajas y un cielo gris, triste y lluvioso.
Y me acordé de un dicho típico de los habitantes de una ría o fiordo del otro lado de la costa escocesa pero en la misma latitud, el Clyde, que dice: "In the Clyde, when you see the hills, it's sign of rain; if you don't see the hills, it's raining". Con lo cual, estás siempre apañado.
Como una vez que fui al aeropuerto del Prat a recoger un amigo que llegaba de París. Era uno de estos días de Enero en que en Barcelona, posiblemente por soplar un poco de "tramontana", de norte, brillaba un sol esplendoroso en un cielo seco y casi azul índigo. Iba andando hacía el parking con mi amigo cuando me di cuenta que hablaba solo; me volví y le vi parado, mirando al cielo y como rezando. Le pregunté si le ocurría algo y me dijo que es que hacía más de 15 días que no había visto el sol (creo que esto ya lo he contado alguna otra vez; es que me repito, que quieres que le haga...).
"Le ciel gris de Paris" es muy romántico y ha inspirado poemas y "chansons", pero cuando lo sufres mucho tiempo te entra la "depre".
Los que vivimos en las orillas del Mediterráneo no sabemos la suerte que tenemos, con nuestro clima moderado, nuestras playas doradas (cuando no están cubiertas de mierda) y las aguas templadas y cristalinas (cuando no flotan demasiados plásticos).
No así la costa de California: ¡ ni hostias de Malibu o de Santa Monica ! con sus mierdas de playas, grandes pero feas, y sus aguas frías de cojones por culpa de la "Corriente de California" (similar, en pequeño, a la de "Humboldt" en Perú y resto de costa pacífica de América del Sur). Hasta en la Bretaña francesa es mejor bañarse, gracias a la corriente cálida (relativamente ya, a su llegada) del Golfo que cruza el Atlántico Norte, la "Gulf Stream".
Y distinto es en la costa este, en Florida. Pero no pude bañarme en Miami Beach cuando estuve allí, ni en las Bermudas, pues no tuve ocasión y mal que me sabe.
Sí recuerdo haberme bañado en Australia, en la playa de Manly, en la barra que cierra la preciosa bahía de Sydney y donde había unos magníficos letreros que decían "Beware the sharks" (cuidado con los tiburones) y con redes de protección para los bañistas. El colega que nos fotografío debajo de la pancarta se había olvidado de poner el carrete y no salió nada. Este compañero, era inglés, falleció hace poco y leí la esquela en el periódico; casi ni lo lamenté. Me acordé de la interesante foto fallida que ahora podría enseñar a mi nieta...
Coronel Von Rohaut
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