Ni que el puto Cristiano, excelente jugador, un fuera de serie, pero execrable persona (*), hizo dos jugadas preciosas, la del magnífico gol que le anularon por miopía del equipo arbitral y muy superior a nada que haya hecho en el Real M. (cuando remató el jugador en posible off side, la pelota ya había entrado), y la de la que propició el primer gol portugués. Pero lució toda su panoplia de chuloputas y maricón de playa y no me vale aquello de "es que él es así"; también "son así" los violadores, los asesinos y los chorizos y, por ser como son, les encerramos.
Ni que se critique a Piqué y a Busquets por no haberlo sabido parar, mientras nadie (en las radios y teles "nacionales") se pregunta, ni me explica, donde coño estaba el defensa lateral que lo tenía que marcar; el "quillo" del madridista Sergio Ramos. El CR7 llegó como y cuando quiso por su banda y el Ramos no le entró ni una sola vez...
Lo que sí quiero resaltar es que, al parecer, este partido era para promocionar la solicitud presentada por España y Portugal para albergar el Campeonato del Mundo del 2018, enfrentados a las candidaturas de Inglaterra y Rusia que, ambas las dos, hace mucho más que España y Portugal que no celebran una competición futbolera de alto nivel.
Pues si es así, la cagaron. Que un partido celebrado en Lisboa, enfrentando la actual Campeona del Mundo y la titular del Estadio, no reuniera ni un puñado de espectadores (en realidad, en el campo no había ni Dios), no da ninguna buena impresión. Es de pena...
Que no se lo concedan: a Inglaterra irá mucha más gente y encima cantan.
Coronel Von Rohaut
(*) Posiblemente el jugador más odiado de Europa; era ya el peor visto de la liga inglesa y en un reciente partido del Madrid en la siempre neutral y fría Suiza, solo saltar al campo ya la grada empezó a bramar aquello de "Ese portugués, que hijo de puta es..." ¿Se lo habrá ganado a pulso?
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