Feliz Nuevo Año 2011

Varias veces ya he comentado el repelús que me ocasionan los "gurús", conferenciantes o autores de libros de auto ayuda que, a quienes ayudan si se venden bien, es tan solo a sus escritores. Consejeros espirituales, charlatanes y sacamuelas de diversas especies, que encandilan a los simples y pobres de espíritu, a las mujeres frígidas, así como a los "pijos", vagos, lelos e "hijos de papá" en busca de exotismo y de nuevas experiencias.

Hoy, en "La Contra" de La Vanguardia, uno de esos imbéciles afirma que:

"Tu felicidad solo depende de tu fuerza interior"

lo que no representa estrictamente nada. Es una frase huera, vacía aún que altisonante.

Porqué todo el mundo sabe bien que, la felicidad, mayormente depende de:

1. Disfrutar de una buena salud o, por lo menos, un estado físico y mental aceptable. Ni cagarte encima ni sufrir atroces dolores.
2. Ser (o haber sido) amado por tu pareja y recíprocamente. Tener (o haber tenido) una actividad sexual gratificante y suficiente. Mejor si has tenido oportunidad de follar como un loco y lo has podido contar.
3. Tener una familia unida y que te apoye y/o unos amigos en quien confiar pero, mejor, si no los necesitas jamás. Saber que están ahí es suficiente.
4. Ver crecer hijos y nietos. Esperar que estudien, se ganen la vida y no se apareen con el primer energúmeno/a que pase por ahí, ya es pedir mucho.
5. Disponer de fortuna. Si es mucho, muchísimo dinero, mejor. Pero, por lo menos, ingresos suficientes para no pasar apuros. El que dice que el dinero no da la felicidad o ya tiene mucho dinero, o nació tarado o sufrió algún percance que le condujo a la idiocia.
6. A falta de alguno de los conceptos anteriores, ilusionarse. ¡Soñar!

Nada de lo anterior depende, que yo vea, de ninguna fuerza interior, superstición ni creencia religiosa. A veces, y como máximo, del azar. Mayormente, de tu propio esfuerzo, pero visible; ni interior ni mágico.

Por todo lo anterior, te deseo la máxima felicidad que consigas atraer a lo largo de este próximo año y por los siglos de los siglos, Amen.

Coronel Von Rohaut