Pues yo les cogería a todos y los mandaría de vuelta a Turquía, que les echen de comer allí, y donde podrán hablar en turco tanto como quieran. Afortunadamente la Merkel y muchos alemanes ya se han dado cuenta que con el buenismo anterior y la aceptación de la maldita y engañosa o falaz multiculturalidad no se iba a ningún sitio.
Como los inmigrantes, de fuera y de dentro, de ahora y de antes, que llegados hace tiempo a Catalunya siguen no queriendo integrarse en la lengua y cultura de aquí. Que se vayan, coño... que se vayan a Cuenca donde serán bien recibidos, podrán hablar en castellano a tumba abierta y podrán hacer rica y próspera a aquella querida y linda provincia manchega que tanto lo necesita (*).
Coronel Von Rohaut
(*) ¿ Ah, que para hacer rica a Cuenca no sería suficiente con una llegada masiva e invasiva de inmigrantes andaluces y extremeños ? ¡ Ah, coño, coño... !
Claro que si Turquía hubiese sido durante siglos el mercado cautivo de Alemania las cosas serían distintas. De todas formas estoy de acuerdo en la necesidad de respeto a la cultura europea de los inmigrantes y al peligro del Islam tanto para Occidente como para la propia Turquía como ya lo vio Kemal Ataturk.
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