domingo, marzo 20, 2011

Recuerdos de otras guerras


Limpiando un piso, mi hija ha encontrado papeles que quizás yo había obviado en otras ocasiones. Como el recibo, cuya imágen pongo aquí arriba (ya saldrá), de la cena que mi tío, movilizado al principio de la 2ª Guerra Mundial, se comió en Paris, sólo y triste, la noche del 25 de Diciembre (Navidad) del año 1939.

También he encontrado (ya tenía la de mi padre) su chapa de identificación; creo que en España los soldados nunca han llevado tales chapas pero en Francia entonces la llevaban como una pulsera en la muñeca y era ovalada y taladrada en el centro para poderla cortar y llevarse una parte en caso de fallecimiento. No así en los USA donde las llamadas "dog tags" o chapas de perro, son dos chapas que se llevan colgando del cuello y se arranca una de ellas. En Francia, modernamente y por lo menos hasta la Guerra de Argelia, también se llevaba colgada del cuello (más seguro ya que el brazo puede ser arrancado del torso por una granada, etc.) pero seguía siendo una sola chapa que se podía partir, como las antiguas que conservo, si bien ya de acero inoxidable. Ignoro cómo puedan ser las de ahora mismo.

Igualmente se han encontrado unas cartas enviadas a mis abuelos por un sobrino suyo, hijo de una hermana de mi abuelo, que servía en el "11ème Régiment d'Infanterie, 33ème Compagnie, 9ème Escouade", de guarnición en Bergerac (Dordogne) en los años 1915 y 1917 y donde se alegraba que mi abuelo (su tío) no hubiera tenido que ir a la guerra (1914/1918) a causa de una enfermedad.

Mi abuelo tenía entonces ya más de 40 años pero en una carta posterior de su madre, que mi bisabuela Clara envía a su nuera, mi abuela, le explica que han sido movilizados los hombres de 50 años, que la población de Calais, en el norte de Francia, está vacía y hay mucha miseria y una gran hambruna...

Coronel Von Rohaut

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