En su día se recuperó y salvó de la extinción el burro catalán, el "guará" o asno autóctono, duro, tozudo, inteligente y perseverante.
Ahora unos ganaderos de Lleida han localizado un rebaño de las ultimas cabras catalanas, originarias del Pirineo leridano, y van a proceder a su preservación.
Soy optimista en relación a la continuidad de nuestros animales más nuestros y que estaban en peligro de extinción.
Sin que lo estén (pues hay muchos y sanos), también deberíamos procurar por la preservación del cabrón catalán, del hijoputa, del chorizo, del macarra, del juez, del secretario de ayuntamiento, del recaudador de impuestos, de las putas y maricones catalanes, ya que un país normalizado requiere de todo su patrimonio, sin excepciones. Y no podemos caer a sobrevivir, nacionalmente, en base a la importación de ganado exclusivamente foráneo o cruzado, mestizo, lo que degradaría la raza indígena.
Coronel Von Rohaut
Pero mi coronel, ese burro y esas cabras ¿ no son pirenaicas o quizá del norte de España? y en relación con el "ganado" humano ¿como reconvertirá los seis millones en dos millones de catalanes puros?
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