Me da cierto reparo tocar este tema pues me sabría muy mal ser malinterpretado.
Escucho en las noticias que Al Shebab, la franquicia de Al Qaïda en la zona del Cuerno de África y que domina una gran parte del territorio, todo y la hambruna declarada en Somalia, debida a:
a ) la extrema sequía y
b) la guerra civil que no cesa
se opone a la circulación de los camiones de ONG's y de la propia FAO que cuidan de la distribución y reparto de alimentos, que se necesitan con una urgencia desesperada para la supervivencia de una multitud que muere de hambre.
Temen que se dediquen a espiar por cuenta de la ONU...
Pues yo estoy hasta los cojones que me amarguen mis plácidas siestas después de mis copiosos almuerzos y mis agradecidas digestiones después de las cenas, con imágenes televisivas, trágicas y brutales, de pobres negritos con los mocos cayendo por sus caras infestadas de moscas, sus vientres hinchados por la desnutrición crónica, unos sacos de huesos a punto de reventar de hambre o intentando mamar de unos pechos flácidos de unas madres tan hambrientas y desnutridas y a punto de morir como ellos.
No me martiricen más al menos mientras, antes de solicitar mi movilización y de hacerme sentir moralmente culpable, no hayan exterminado a los responsables, no hayan reventado a bombas a los culpables directos y sus cómplices, seguramente bien alimentados y que se benefician de la miseria de los otros, a la que contribuyen o empeoran con su fanatismo partidista, su ignorancia salvaje. No toda la culpa es siempre, de los blancos... (*).
Coronel Von Rohaut
(*) Mira, acaban de poner una terrible bomba en Oslo, capital de Noruega, seguida de un tiroteo, con varias víctimas. Por la entidad de la explosión no ha sido la obra de un loco local ni de un delincuente común. Me arriesgo a adelantar, aún sin tener datos, que es obra de fanáticos islamistas. Pues mira, los países nórdicos son los principales contribuyentes a las ayudas económicas y en alimentos para el Tercer Mundo. Tócate los cojones...
Pues ya ve, mi coronel, estamos de nuevo ante el loco solitario. Hombre de 32 años capaz de disparar y matar a 91 personas en un campamento tras haber puesto una bomba que destroza el centro administrativo de Oslo.
ResponderEliminarClaro que habrá que ver como fabricó la bomba, tipo de explosivo etc.