Pero quiero recordar la gran calidad de la publicidad de los cigarrillos "Marlboro" (*), ya que lo cortés no quita lo valiente.
Sus grandes vallas con un primer plano de la cara, muy masculina y curtida, de un "cow boy" y su sombrero vaquero, con un cigarrillo entre los labios (**). Y su "corto" publicitario y los spots televisivos derivados, con imágenes de hombres, caballos y polvo en paisajes abiertos, un "mundo de hombres" como rezaba el anuncio: el "Marlboro Country". Y como música de fondo, el "jingle" en orquestación épica, la conocida melodía de Elmer Bernstein (***), "leit motiv" del film de John Sturges "Los siete magníficos".
Será que lo recuerdo porqué yo fumaba "Marlboro" cuando no encontraba mis preferidos "Dunhill" o "Benson & Hedges" dorado. Inglés siempre mejor (el General De Gaulle fumaba "Craven A Virginia" (inglés a pesar del nombre) y bebía whisky escocés, mientras que Churchill, que fumaba habanos, prefería un buen cognac francés.
Cosas de la vida...
Coronel Von Rohaut
(*) Marca propiedad de la Philip Morris. Cuando yo iba a menudo a California y siendo que allí ya había bajado el negocio del tabaco, me comentaron que la Philip Morris ya era una de las mayores compañías de "real estate" o inmobiliarias de los USA. Habían comprado lo que en tiempos era el "Irvine Ranch", el segundo en extensión de California (aún se podían ver algunas cabezas de ganado pastando) y lo habían parcelado y urbanizado dando nacimiento a varias poblaciones y urbanizaciones, todas de alto "standing". Irvine es el nombre de una de las principales poblaciones del Orange County, (el condado o provincia entre Los Angeles y San Diego, en Southern California) y está clasificada como el 4º mejor lugar para vivir en los USA y la de menor índice de criminalidad entre las poblaciones de más de 100.000 habitantes (tiene 220.000).
(**) Ya Humphrey Bogart y su personaje, el detective Philip Marlowe, habían hecho mucho por la imagen masculinizante y dura de fumar.
(***) Sin ningún parentesco con Leonard Bernstein, autor de la música del film (y antes musical de Broadway) "West Side Story". Lo curioso del caso es que "West Side Story" era una versión modernizada y llevada al mundo de las bandas latinas de New York, del drama de Shakespeare "Romeo y Julieta". Y "Los siete magníficos" de Sturges era una versión, trasladada al ambiente del "western", de una película anterior de Akiro Kurosawa, en blanco y negro, menos espectacular pero más introspectiva y multi-premiada, "Los siete samuráis".
El primer culpable no es la empresa sino el Estado que permite fumar, aún así, no hay una relación directa, la de los forenses, en fumar y contraer cáncer y enfermedades respiratorias(EPOC). Si consumes ácido prúsico mueres, es una relación forense, de pura Patología, si fumas puedes morir como mi tía a los noventa años y por otras causas. El tabaco, según el conocimiento científico actual, aumenta el riesgo de contraer determinadas enfermedades, esto es un riesgo epidemiológico y por lo tanto estadístico ya veremos que dice la ciencia en el futuro.
ResponderEliminarPor otro lado existe la libertad ¿quien es el Estado para decirme como debo, obligatoriamente, cuidar mi salud? La Administración que me informe y yo actuaré según mi libre albedrío.
Bueno, digamos que, como siempre, hay distintos niveles. Por ejemplo yo, y de acuerdo con el principio de libertad individual, aconsejaría pero jamás obligaría a que los motoristas lleven casco: cada uno es libre de partirse la crisma como mejor considere oportuno. Y exigiría que los fabricantes de coches instalen cinturones de seguridad pero luego cada pasajero es libre de abrochárselo, o no. Claro que si a consecuencia de un accidente se queda parapléjico ¡y no llevaba el cinturón puesto! que no se haga cargo de su cuidado la Seguriad Social; que lo pague su seguro particular o su puta madre...
ResponderEliminarEn cuanto al tabaco, cuando yo sufrí mi primera angina de pecho, los médicos me demostraron que con cada inhalación de nicotina mis arterias se constriñían lo que, añadido a mi insuficiencia coronaria, era muy peligroso. Y dejé de fumar; es el unico consejo que seguí a rajatabala de los muchos que me prodigaron: no bebas, no comas, no....
Y me parece bien que se prohiba fumar en lugares públicos ya que el fumador no puede obligar a tragar humo al no fumador y la libertad de uno termina donde empieza la del otro. Y yo no quiero fumarme el puro del cabrón de al lado.