martes, septiembre 13, 2011

Derecho de acogida

En tiempos de mis abuelos, de mis padres y de mi mismo hasta bien entrada mi edad adulta, la colonia extranjera residente en Barcelona más numerosa e importante era la francesa. Por algo ya en el año 1859 se fundaron las "Écoles Françaises de Barcelone" o ahora llamada Escuela Francesa Ferdinand de Lesseps de Barcelona, la escuela extranjera más antigua de España y creada por el entonces Cónsul General de Francia Ferdinand de Lesseps, el que luego construiría el Canal de Suez e inició las obras del de Panamá. Y escuela a la que fuimos tanto mi padre como yo y de la que me siento orgulloso por el aire de modernidad y libertad, pero muy disciplinada, que se respiraba en contraste a la escuela franquista de aquellos tiempos oscuros. Y en 1922 abrió el Instituto Francés, una rama del cual, en 1942, dio paso al Lycée Français de Barcelone o instituto de 2ª enseñanza donde se imparte el "Bac" o Baccalauréat (bachillerato), al que asistieron tanto mis hijos como mi nieta hasta el curso pasado (*).

Pero ahora, el ránking de comunidades extranjeras registradas en Catalunya (aparte los "sin papeles") es el siguiente:


  1. 245.005 de putos moros, de Marruecos. Muchos, sin duda, buenas gentes en busca de trabajo y un futuro mejor. Pero muchos otros dedicados al trapicheo y la pequeña delincuencia; la que causa mayor alarma social. Y, casi todos, viviendo en ghetos físicos (barrios donde son mayoría) o culturales, relacionándose solo entre ellos y, adoctrinados por imanes fanáticos, incapaces de integrarse en la sociedad de acogida (catalana, occidental) y conservando sus malas costumbres anti higiénicas, tribales y medievales, así como la parte más negativa de su retrógrada y discriminatoria religión salvaje.

  2. 101.952 rumanos. Muchos también buenas gentes, incluso cultas. Pero un gran número de gitanos, sucios, harapientos y chorizos. Todos los políticos (salvo el energúmeno y anticatalán alcalde de Badalona pero que, en otros casos, tiene razón) insisten en no relacionar inmigración con delincuencia; pero el mismo Conseller Puig, de Interior, se ve obligado a confesar que, dentro de algunos colectivos de inmigrantes, hay grupos especializados en el robo. Como los peruanos que asaltan coches en las autopistas y los gitanos rumanos que, entre otras habilidades, roban cobre y cables, incluso catenarias enteras del ferrocarril.

  3. 73.036 ecuatorianos. Entre ellos, mi asistenta doméstica. Regularmente casada y con sus hijos en la escuela pública de inmersión lingüística: el niño fanático del Barça mientras la niña, un poco mayor y criada en su país por sus abuelos, siente cierta nostalgia. Pero todos excelentes personas, lo que no debería ser necesario el señalarlo por su naturalidad. Si no fuera por la existencia de numerosas "maras" o bandas latinas, "gangs" de delincuentes brutales.

  4. 55.738 bolivianos. Posiblemente con un nivel cultural inferior al de los ecuatorianos si bien, de lunes a martes... El problema es que, siéndoles tan fácil vivir en castellano, sienten poca necesidad de integrarse en la cultura catalana, la del país de acogida.

  5. 49.037 chinos. Un poco misteriosos. Poco conflictivos y muy trabajadores, si bien con abusos entre ellos mismos, debido a ciertas mafias y a vivir encerrados en su ambiente. Pero conozco a varios perfectamente integrados, hablando catalán, etc.

  6. 48.494 italianos. Que no se qué hacen aquí; quizás sea por ser Barcelona tan "gay friendly". Es broma.

  7. 48.153 colombianos. Forman parte del colectivo "sudaca".

  8. 44.267 pakistanís. Por un lado, entre ellos se dan los más fanáticos islamistas y apoyo, en personas y dinero, de las redes terroristas. Pero son más trabajadores que los moros y muchos ya regentan comercios, abiertos las 24 horas del día, como muchos chinos. Claro que yo los preferiría en sus países y no en el nuestro.

  9. 32.241 peruanos. No todos son unos salteadores de caminos...

¿A qué nivel estarán ahora los gabachos? Supongo que habrán bastantes, por la vecindad. Pero no tengo cifras.

Y lo que más desearía en la vida es que, cuando antes mejor, pudiera proclamar que la mayor colonia extranjera residente en Catalunya era la española. Porqué cuando seamos una nación independiente serán catalanes los que así lo deseen y no se obligará a nadie. Y los que vengan de España o viviendo ya aquí quieran seguir siendo españoles, lo podrán hacer también libremente y no se les exigirá ningún permiso de residencia ni serán perseguidos, como no lo han sido jamás, ni ellos ni su lengua.

Serán tratados como cualquier otro súbdito de la Unión Europea y del Espacio Schengen. Pero no podrán votar en las elecciones ni legislativas ni presidenciales y, por lo tanto, no nos podrán tocar los cojones ni hacernos chantaje. Los que deseen que sus crías sean escolarizadas íntegramente en castellano podrán acudir a las escuelas privadas que así lo hagan, tal como los franceses van al Liceo Francés (donde se dan clases de catalán y de castellano, además de inglés) y los alemanes a la Escuela Alemana.

Y los que vayan a la escuela pública catalana, gratuita y republicana, serán educados en la única lengua oficial del país, pero con clases de castellano con el mismo estatus que cualquier otra lengua extranjera que se enseñe obligatoriamente, como el inglés que será prioritario.

El árabe y el beréber se podrán enseñar pero fuera de las horas lectivas. Pero siempre será preferible que los moritos conserven sus raíces en la escuela pública que no en escuelas coránicas donde, de paso y principalmente, les lavan el cerebro y les intoxican.

Coronel Von Rohaut

(*) Y el actor Josep Mª Flotats, y el Artur Mas en sus primeros años. Y el hombre de confianza del Mas, el David Madí, así como la ex-esposa y ex-cuñados del Laporta, los notorios franquistas Echevarría. Y el hijo del Laporta y el del Joan Clos y los de los Duques de Palma, los Urdangarín-Borbón hasta que se fueron a Washington. Y tantos y tantos...

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