Unos imbéciles (*) reunidos en la página de Facebook "Yo no acato la sentencia contra el catalán", que tiene toda mi adhesión ya que de los tribunales españoles no hay que acatar nada, absolutamente nada ya que hacerlo es someterse a las leyes de tu enemigo, lo estropean, no obstante, declarando que "la inmersión (lingüística) es la única esperanza para la supervivencia del catalán".
No coño, no, estúpidos (para no repetir lo de imbéciles). La única esperanza para una lengua es tener, detrás, todos los instrumentos de un estado soberano. Ninguna lengua ha sobrevivido sin disponer de un estado propio que la soporte (y aún así...); y el catalán ya bastante ha hecho durante el transcurso de los últimos siglos de opresión cultural y de ocupación territorial e invasión demográfica, con no desaparecer.
Pero los últimos ataques, con toda la fuerza de los recursos modernos de los que dispone el agresivo nacionalismo excluyente español actual con, además de las leyes (¿perversas?) y la judicatura opresora (¿moralmente corrupta?), los medios de comunicación masiva y la influencia insidiosa que ejercen sobre unas multitudes que relajan sus líneas de defensa, pueden acabar siendo definitivamente letales.
Coronel Von Rohaut
(*) "Nota bene" o nota de la redacción: en Catalunya de imbéciles tenemos a miles y criados aquí. En realidad son fruto de una degeneración genética, unos mutantes de la propia raza conocidos, científicamente, como "homo botiflericus". Una subdivisión es la que aún no ha mutado del todo pero su degeneración hace que, todo y siendo buenas personas, algunos hasta declaradamente catalanistas, muestran una clara tendencia a la pusilanimidad; son el "homo catalanicus cagadensis".
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