El instinto materno

Es, como todos los instintos, un instinto animal que llevamos inscrito en nuestro ADN y que nos hace actuar de una cierta manera ante ciertas circunstancias, sin aprendizaje previo.

Y el materno, que tienen todas las hembras del mundo animal (*), es el que les hace, después de parir, amamantar y ocuparse de sus crías. Criarlas, cuidarlas y educarlas, mientras el macho sale a cazar.

Y este instinto, femenino ya que machos y hembras no son iguales (en derechos sí, pero no en condiciones), hace que las niñas jueguen con muñecas (y si lo hace un niño, instintivamente, es que es mariquita, pobre...).

Cuando algunas familias, en aras o búsqueda de una igualdad que no existe en la naturaleza, evitan darles a sus hijos juguetes sexistas o sea, que marquen una diferencia entre varones y hembras, están oponiéndose a la propia naturaleza.

Hay familias o educadores, muy "progres", que dicen que hay que hacer jugar a los niños con los mismos juguetes indistintamente y no favorecer muñecas y cocinitas para las niñas y pistolas o balones para los niños. Incluso algunos llegan más lejos y aconsejan vestirlos igual de pequeños y alternar tanto el azul o el rosa, para niños y niñas indistintamente, para no influenciarles y que ya, cuando sean mayores, decidan libremente cual ha de ser su inclinación sexual (**). ¡Si Dios hubiera querido que fuéramos iguales, los tíos tendríamos tetas!

Lo que nunca cambiará es la cantidad de cretinos que corren por el mundo...

Coronel Von Rohaut

(*) Como en todo, hay excepciones. Pero son eso, excepciones y no la regla.
(**) ¡Y que vivan los maricones! Ya que en la gente normal, ello viene decidido por el equilibrio hormonal que ya tenemos al nacer y cuando nacemos, algunos son tarados, maricones o mancos.