domingo, febrero 12, 2012

Dudas, discrepancias e ignorancias

Vaya por delante que, como seguramente ya os habíais percatado, no soy economista. Que, por cierto, tampoco la maldita falta que hace ya que la mayoría de ellos, con muchas y muy valiosas excepciones, nos son más que unos energúmenos pedantes, capaces de llenar miles de hojas con su jerga altisonante para justificar lo que no habían sido capaces de prever, para explicar lo que, a priori, no habían entendido.

Entiendo la manía persecutoria de los alemanes con el déficit y, debido a la memoria histórica de lo ocurrido durante la República de Weimar y su brutal inflación galopante, su obsesión enfermiza con el "déficit cero" y el presupuesto equilibrado.

Pero, llevando esto al análisis de las medidas emprendidas por el nuevo gobierno del PP, sus normas laborales que a lo único que aspiran, en realidad, es a bajar los ingresos de la clase obrera e incrementar la tranquilidad y los beneficios de los ricos, destruyendo todos los avances sociales del último siglo. Y sus insuficientes reglas financieras que no justifican los recortes sociales, yo tengo claro que ni mejorarán la economía ni frenarán el paro brutal que sufrimos ni mucho menos reactivarán la creación de empleo.

Porqué para ello habría que:

  • Cambiar el paradigma económico del país y reindustrializarlo. Lo que no parece fácil pero tampoco veo que se vaya a intentar.


  • En lugar de recortar las inversiones, aumentarlas para dinamizar la economía productiva. Pero con cordura, claro... que no parece que sea lo que les sobra a los dirigentes españolitos.



  • ¿O no es esto último lo que, siguiendo las doctrinas "keynesianas" que ahora parecen muertas y enterradas, hizo el Presidente Roosevelt a principios de los años 30 del pasado siglo XX?

    Con una brutal inyección de fondos gubernamentales puso en marcha una gigantesca campaña de obras públicas, con lo que permitió al país salir de la crisis del Crac del 29 y de la Gran Depresión. Claro que, y no lo olvido, la entrada en la Guerra Mundial y ya en su anterior preparación, arrancó la "economía de guerra" y la explosión de todas las capacidades industriales que, en los USA, eran muchas.

    Pero, precisamente y que Dios me perdone por la referencia, esto mismo es lo que venía haciendo el señor Adolf Hitler y su gran Ministro de Economía, Hajalmar Schacht, un "keynesiano" avant la lettre, con su desarrollo de la industria armamentística (quizás nefasta para el futuro, no lo dudo) y sus grandes planes de obras públicas y el "invento" de la red de "autobahn" (autopistas) (*). Sin olvidarse de vigilar la inflación ni de mantener un equilibrio presupuestario, pero no fanático.

    Coronel Von Rohaut

    (*) Que justo acabada la guerra, el entonces Presidente de los USA, el General Dwight D. Eisenhower, copió, mejorándolo a una escala "americana", con la implantación de la gigantesca red de "highways".
    Y que en España también se ha hecho pero con autopistas y líneas férreas de alta velocidad que no van donde más se las necesitaba para la economía del Estado, si no con criterios hispano-centralistas y con los dineros robados a los catalanes, a quienes se les ha castrado su capacidad industrial y creadora.

    5 comentarios:

    1. Tiene razón, mi coronel, en la insuficiencia de las medidas. Sería necesario reactivar el crédito y plantear una moratoria de impuestos para las nuevas empresas. Pero lo veo muy difícil.

      ResponderEliminar
    2. Y que el Banco Central Europeo, en lugar de plegarse a los dictados alemanes (que a ellos ya les va bien gracias a su capacidad exportadora) hiciera como los americanos y le diera a la manivela de la maquinita del dinero.

      ResponderEliminar
    3. Y que el Banco Central Europeo, en lugar de plegarse a los dictados alemanes (que a ellos ya les va bien gracias a su capacidad exportadora) hiciera como los americanos y le diera a la manivela de la maquinita del dinero.

      ResponderEliminar
    4. Las politicas keinesianas es lo primero que hizo el gobierno socialista. Regalo 400 € a cada contribuyente y se cepillo el superhabit del estado. Y a continuacion hizo el plan E (conocido como plan Zapatero) y similares y empezo a gastar a manos llenas un dinero que no tenia (de hecho, todas las obras caras e inútiles de los últimos 15 años, como los AVE o los aeropuertos, años corresponden a una política keynesiana). El pensó que la crisis seria profunda pero corta (yo tambien lo creia) y con esto contaba que saldríamos sin demasiados daños. No sirvió para nada. Invirtió los fondos disponibles en obras inútiles que no aportaban nada, excepto retrasar el aumento del paro unos meses. Una vez agotado el dinero, con un déficit público disparado y una disminucion de los ingresos via impuestos, se encontró con que no habia dinero fuera de España a unos precios razonables debido a la crisis financiera internacional. Y aqui se jodio el negocio. Ahora pagamos todos los errores del pasado y que quedaban disimulados con el credito internacional. El peso del estado en el PIB español es de un 40% mas o menos (10 ptos. menos que en Europa), y cualquier recorte, sumado a la reduccion de ingresos fiscales implica un retroceso del PIB, que a la vez implica mas paro, mas gastos y menos ingresos. Es un pez que se muerde la cola. El único que podria tomar el relevo es el sector privado productivo, principalmente la industria (y los servicios), pero como no tienen acceso al crédito, bastante hacen con sobrevivir, y evidentemente no crean empleo. La cosa esta muy mal y va para largo porque todavia no han escarmentado. La prueba es que siguen invirtiendo en cosas caras e inútiles (AVE a Extremadura, etc) y no en las que benfician la economia productiva (corredor mediterraneo). Pero es que no saben mas (pertencen a un entorno funcionarial centralista y no les entra en la cabeza que España es algo mas que Madrid y su pueblo de origen). Esto no sirve de nada porque las inversiones en infraestructuras deben hacerse donde son rentables (si no son contraproducentes), pero las constructoras amigas se forran y a los politicos les dan votos.

      ResponderEliminar
    5. Josep María, ver mi entrada de hoy 16 de febrero, que he editado antes de leer tu comentario aquí, de hoy. Totalmente de acuerdo contigo, José María (esta última frase es una coña que hago a menudo, pero hay que explicarla... y algún día lo haré)

      ResponderEliminar