Un escritor y pensador catalán, catalanista sin duda y hasta declaradamente independentista, cree que para convencer a los habitantes de Catalunya no oriundos del lugar, los inmigrantes de habla materna castellana, no es suficiente si bien conveniente, convencerlos de la bondad de la independencia de Catalunya solo con argumentos económicos (que son los que más se hacen servir y yo apruebo).
Dice que hay que asumir el bilingüismo de la Catalunya actual y garantizarles, en plan de igualdad, el uso de su lengua castellana, aceptando que es también la lengua de muchos catalanes actuales.
Pero yo digo que no, mire usted por donde. No se puede aceptar que sea "igual" una lengua que ha sido impuesta, primero por la fuerza de las armas y, segundo, por la presión demográfica provocada, alentada o favorecida desde fuera.
Cuando Israel consiguió el reconocimiento de su creación como Estado, mucha gente recomendó que fuera lengua oficial del nuevo estado el "yiddish", un dialecto del alemán que era la lengua materna de casi todos los inmigrante judíos colonizadores del nuevo territorio y provenientes de la Europa Central, y que tenía detrás de sí una fuerte cultura y creación literaria, por lo que se había ganado sus galones. Y algunos "buenistas" defendían que también lo fuera el árabe (cooficial), para aquellos pobladores de dicha etnia y que permanecieran en el país aceptando sus reglas y ciudadanía.
Pero los Padres Fundadores, el Ben Gurion y demás, sabiamente, decidieron que no. Que la identidad histórica era importante y que la lengua del nuevo estado judío tenía que ser el "hebreo", una lengua casi muerta que solo sobrevivía en las tradiciones religiosas (y la mayoría de fundadores eran laicos si no claramente ateos). Que había que preservar, o hasta recrear, la personalidad y las señas identitarias "judías", hebreas, del nuevo Estado. Y así fué y así ha sido.
En Catalunya, el catalán y solo el catalán. Que tampoco es tan difícil el aprenderlo, hostia divina... Y los que aquí quieran quedarse y aprovecharse de la nueva oportunidad, pues que hagan un pequeño esfuerzo, un sacrificio de asimilación y aceptación (*).
Coronel Von Rohaut
(*) Y, además, todos a estudiar inglés para ir por el mundo, coño, que el castellano no sirve para nada fuera del inframundo hispano (fijarse que hasta en Sudamérica, el país emergente es Brasil...). Los optimistas; los pesimistas o realistas, a estudiar chino mandarín.
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