Señoría Ilustrísima

Según el Conseller de Interior, los hasta hace poco "minoría violenta" que alteran todas las manifestaciones (y hasta celebraciones) de Barcelona, los "vándalos de siempre"  (anarquistas, okupas perroflautas, gamberros anti-sistema, guerrilleros urbanos, hijos de puta varios) que están dando una deplorable imagen de nuestra ciudad a través de todo el mundo, desde las portadas de todos los diarios y los noticiarios de todas las televisiones, están creciendo y ahora ya son más.

Según el Conseller, alrededor de unos 2.000.

De los que, según la policía, unos 70 fueron detenidos durante los disturbios o en plena algarada de la pasada huelga general, por las fuerzas del orden.

Para los que solo 3 (tres) el señor juez ha dictado prisión preventiva. Los demás, ala, a la puta calle, que aquí no ha pasado nada y si en España hay justicia mis cojones son "Magnoliophytae Phragmipedium caudatum" (orquídeas gigantes de gran fragancia).

Tres a los que, inmediatamente, yo dejaría en libertad con honores y les impondría alguna  condecoración como la Medalla al Mérito Cívico, y les concedería una pensión vitalicia por su valor y magnífica capacidad humana.

Porqué si solo tres tíos han causado todos los daños en Barcelona que pude ver por la tele, contenedores incendiados, policías apedreados, cristales de escaparates destrozados o pintados, comercios incendiados y algunos con actos de pillaje filmados por las cámaras, chavales hostiados, mobiliario urbano arrancado o inutilizado y en varios puntos distintos de la ciudad, gente encapuchada corriendo como loca, etc. etc., entonces, repito, estos tres individuos deben ser unos auténticos "cracks" y dignos de toda admiración.

Y mientras, a los señores jueces que, por mal que estén las leyes (que lo están), las interpretan con la actual laxitud y sin las más mínimas ganas de escarmentar o dictar penas ejemplarizantes y disuasorias, a ellos, Muy Ilustrísimas Señorías del estamento judicial español, les dejaría en pelotas, les cubriría con alquitrán y plumas de gallina y les correría a gorrazos por las calles de la comunidad a cuyos ciudadanos se niegan a servir y proteger. Con todo el máximo respeto, eso sí, no fueran a incriminarme por desacato a la autoridad judicial.

Coronel Von Rohaut