CD, la parte grande de CIU, celebró este fin de semana su Congreso y parece que redirige su política, su doctrina u hoja de ruta para los próximos años, hacía la independencia de Catalunya, que siempre había negado o bien había dejado creer, en su habitual indefinición o ambigüedad, que estaba en sus genes pero que "ahora no tocaba".
Y quizás ahora si toca pues si bien sigue en su prudencia o turbación, un pudoroso rechazo ante la palabra "independencia" que no pronuncia (a pesar de reclamarlo más de un 70% de los delegados), si se atreve a pedir "un futuro estado propio" y, por fín, un camino hacía la propia "soberanía".
¿Un primer paso por parte del partido más importante y definitorio, clave, de Catalunya? Espero que sí y que no sea una pura táctica de presión y vuelva a su posición de "la puta i la ramoneta", de quiero y no puedo, de ambigüedad calculada pero, hasta ahora, castradora para las demandas sociales de independizarnos de las Españas (*). Por parte de, cada vez más, catalanes tanto de "pata negra" como oriundos de otros lugares de España pero lúcidos, integrados y comprometidos con su tierra de adopción.
Coronel Von Rohaut
(*) Donde, por cierto, si tan poco nos quieren o hasta tanto nos odian y desprecian y esto está comprobado, nunca he entendido (¡bueno, si, lo entiendo perfectamente y esto era pura retórica!) por qué jamás se han decidido a independizarse ellos de nosotros. ¿Tan dependientes de nosotros y de nuestros dineros son estos chulos, pedantes y orgullosos pero chorizos, hidalgos castellanos?
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