El Govern catalán y por boca de su Conseller de Economía Andreu Mas-Colell (*), volvió a sacar a la luz y oficialmente el tema del déficit fiscal catalán con el estado español.
Los 16.409 millones de euros que en el último ejercicio cerrado se han ido a Madrid y no han vuelto (en años anteriores habían llegado a ser más pero, con la crisis, ha disminuido el dinero recaudado) y que siguen siendo entre un 8 y un 10% de nuestro PIB, de la riqueza generada por los catalanes y que nos roban los españoles.
2.251 euros por cada catalán/año que, del total de impuestos que pagamos a las arcas del estado, la Hacienda española se nos queda. Es la diferencia entre todo lo que pagamos y todo lo que nos aportan en servicios, inversiones, transferencias, etc. Aparte la Seguridad Social, que es otra Caja, y en la que también somos deficitarios ya que también pagamos más de lo que recibimos.
Calculado de otra forma, Catalunya aporta el 19,7% de lo que recauda el Estado y solo recibe el 11,7% del gasto que realiza dicho Estado. De cada euro que pagamos los catalanes, todos los que vivimos en Catalunya y aquí pagamos nuestros impuestos, seamos de donde seamos y hablemos en la lengua que hablemos, 0,43 céntimos, casi la mitad, no regresan jamás. Son gastados (y lo peor de todo es que casi siempre malgastados) por el gobierno en otros lugares. Y en muchos casos en contra de nuestros propios intereses y posibilidades de crecimiento y desarrollo (infraestructuras, etc.).
Y las zonas que se benefician de nuestra forzada solidaridad (que, por lo tanto, no es solidaridad si no robo, atraco, saqueo, bandolerismo de estado), acostumbradas a la subvención y el subsidio, no por ello adelantan en su atraso secular y endémico. Pero, esto sí y es cruel, una vez pasada la nivelación realizada por el Estado con el fruto de nuestros esfuerzos y vía reparto presupuestario, algunas regiones de las subsidiadas pasan por delante de nosotros en PIB per cápita.
¡Hostia divina de los cojones de Dios!
También es cierto y ya lo he aceptado-explicado muchas veces, que Madrid aporta al Estado más que Catalunya. Al tener allí su sede la mayoría de grandes corporaciones y multinacionales que allí pagan los impuestos sobre los negocios que hacen en todo el país en conjunto. Pero no tiene déficit fiscal real ya que también es mucho lo que recibe de dicho Estado. Especialmente todo lo mucho que no ha de gastar, por proporcionárselo ya el propio Estado. ¿Y el mismo Mas Colell lo ejemplifica al preguntarse, retóricamente, cómo se calcula la incidencia de un museo como el Prado, qué valor (incalculable) tiene el Prado que, pagado por el Estado, por todos nosotros, está en Madrid y a la Comunidad de Madrid no le cuesta un duro? Además de infraestructuras faraónicas, colosales, para engrandecer la capitalidad castellana.
Y en una radio de cobertura nacional pero con sede en Madrid, al escucharles esta mañana el comentario sobre las quejas del Govern catalán, vuelven a decir lo de siempre: que ya está bien de quejarnos de lo que España roba a Catalunya y que ya es hora de empezar a decir lo que Cataluny le saca a España y lo que los catalanes les costamos a los españoles. Y como solo disponen de uno o dos casos, pues los dicen, aún que no tengan nada que ver: que si La Caixa, que si Gas Natural...
Como siempre y de forma malévola ya que tan imbéciles no son (¿o sí?), siguen mezclando churras con merinas y confundiendo "déficit fiscal" con posible y ahora ya casi inexistente "déficit comercial".
Que el déficit fiscal es la parte de dinero recaudado que el Estado se nos lleva y se quedan, nos roban, a cambio de nada ya que, precisamente, no vuelve.
Mientras que el déficit comercial, hace mucho años importante pero ahora y desde hace tiempo ya no, es la diferencia entre lo que nos compran ellos y les compramos nosotros. Los españoles del resto del país (y no todo el país ya que hay otras distribuidoras) le pagan a Gas Natural por el gas que esta suministra; pero reciben el gas. Y La Caixa tiene sucursales por toda España en las que hace negocio; pero a cambio de unos servicios bancarios, y bastante eficientes, que ofrece. Y que la gente escoge voluntariamente y sin ninguna obligación ni imposición legal. Y mientras por España hay oficinas de La Caixa y alguna del Banco de Sabadell, por Catalunya tienen oficinas que drenan nuestros dineros (ya que los bancos, cualquier banco, recoge vía beneficios más dinero del que ofrece o presta), el BBVA, el Santander, el Popular, Banesto, Bankinter, Bankia, Novagalicia Banco, Kutxabank, etc.
Y la gente compra productos manufacturados catalanes, si quiere y porqué quiere y, a cambio de su dinero, recibe un bien. Y también nosotros compramos productos del resto de España y la diferencia ya no es la que era cuando España era un "mercado cautivo" a través del sistema arancelario, que desapareció hace 50 años. Mientras que los impuestos que pagamos, a la fuerza, se nos los quedan por la patilla... Malditos españoles salteadores de caminos y gobernantes de la Cueva de Alí Babá sita en un pueblo manchego llamado Madrid (concepto).
Coronel Von Rohaut
(*) Nada sospechoso, antes al contrario, de independentista catalán radical. Economista de renombre mundial doctorado en Minnesota y profesor en Berkeley y en Harvard pero al que así y todo, un diputado autonómico de Ciudadano's, castellanoresistente y residente en Barcelona, el tal Jordi Cañas (un truhán malvado, voluntariamente analfabeto por propia decisión sectaria), le insultó llamándole "economista-ficción".
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