miércoles, abril 04, 2012

Pío Moa, el terrorista irredento

Chaquetero sí, ya que pasó del terrorismo antifranquista, en el que militó en grupos de extrema izquierda y fue condenado por cómplice de asesinato, al actual terrorismo de la extrema derecha ultranacionalista española, donde defiende incluso el legado y la memoria del general Franco.

Participa a menudo en tertulias de Intereconomía, en las que se encuentra como pez en el agua practicando su terrorismo intelectual, y era el mimado de Jimenez Losantos, al que le proporcionaba munición averiada antinacionalista vasca y, sobre todo, catalana.

Es el vivo ejemplo que el terrorista, el buen terrorista profesional y fanático y no el romántico y defensor de causas justas, jamás ni se arrepiente ni se regenera, solo se transforma a peor, soportando su hijoputez congénita en sofismas, falacias y trampas saduceas cargadas de hiel y mala leche agriada. Es una joya, envuelta en una falsa cubierta de historiador de apariencia moderada, para escritores de panfletos como el antes citado Losantos así como los Pedrojotas y Carlosdávilas varios que en la meseta habitan y medran.

Y a todos ellos que Dios confunda y les despeñe al averno. A ser posible, previamente emasculados y castrados para evitar que causen daño al propio Lucifer... que a su lado es un pobre discípulo de la Madre Teresa de Calcutta.

Coronel Von Rohaut

2 comentarios:

  1. Madre mía, mi coronel. Aunque no creo que haya terroristas románticos.
    A bueno, ya me gustaría saber que es una causa justa.

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  2. Pues las causas justas son casi las mismas que las "guerras justas" y que son las descritas por San Agustín y avaladas por Francisco de Vitoria. Y las que cumplen con las segunda y tercera de las condiciones descritas por Santo Tomás de Aquino; no así la primera ya que según ella jamás el débil o particular oprimido, si no es un Príncipe, podría levantarse contra su opresor.
    Carl Schmitt distingue entre guerra justa formal y guerra justa moral.¿Quien puede negar que los catalanes no tengamos toda la razón moral en alzarnos (en armas o, mejor, sin armas) contra el invasor,ocupante y opresor español, como los colonos americanos se alzaron contra los británicos que les oprimían con aranceles (impuestos) económicos injustos y discriminatorios.

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