En Israel mientras los judíos laicos y mayoritarios, especialmente radicados en la dinámica Tel Aviv, trabajan y hacen la mili (o sea, se esfuerzan por el país), los ultraortodoxos religiosos, especialmente radicados en Jerusalén (Yerushaláyim), rezan, viven de subvenciones y se niegan a hacer la mili e ir a la guerra.
Ahora parece que el jefe de gobierno, Binyamín Netanyahu, quiere acabar con esta exención y privilegio (que, encima, abusan y, con el manejo electoral de su minoría, quieren fijar las normas del gobierno y trasladar a la población civil sus costumbres religiosas, fanáticas y estrambóticas) y les quiere obligar a hacer la mili; como todos.
En España los extremeños (y andaluces) son como los ultraortodoxos de Israel que quieren imponer/mantener sus privilegios mientras los catalanes les subvencionamos.
Pues ya sería hora que pusiéramos los extremeños a hacer la mili: que se pongan las pilas y dejen de rezar contra y a costa de los catalanes.
¡Que se jodan!
Coronel Von Rohaut
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