Idiotas de dentro de casa

Toda la prensa internacional, grandes diarios y cadenas de televisión, se han hecho eco de la petición de rescate financiero por parte de Catalunya.

Y han expuesto el hecho como síntoma o ejemplo de lo mal que está España.

Pero solo un periódico británico, el "Daly Telegraph", ha resaltado que la bancarrota catalana, la quiebra de sus finanzas, se debe al déficit fiscal a que la somete el estado español.

Que la ruina de Catalunya se debe al expolio, el desequilibrio de las balanzas fiscales, el robo de nuestros impuestos por parte del estado central, lo venimos pregonando desde hace años algunos "outsiders" y partidos mas o menos pequeños como "Catalunya Acció", "SI" y, solo más recientemente, "ERC". Pero el partido hegemónico y con más medios , CDC, así como los mismos organismos de comunicación del govern de la Generalitat, jamás han hecho los suficientes esfuerzos (¿cobardes, idiotas, cagados?) de información y pedagogía hacía el exterior (*), con el fín que nuestra situación de explotación quasi-colonial sea suficientemente conocida y entendida en los países de nuestro entorno. Basta con añadir, siempre, a las frases "déficit presupuestario catalán", "deuda del gobierno catalán", "retrasos o impagos por parte de la Generalitat", "dificultad en hacer frente a las nóminas", "recortes al estado del bienestar", "despidos de funcionarios", "encarecimiento de los medicamentos", "listas de espera en la sanidad pública", "autopistas de peaje frente a las gratuitas del resto de España", "retrasos en la construcción del AVE", "aeropuerto regional sin enlaces transoceánicos", "falta de enlaces portuarios", "rebajas en las pensiones y en las ayudas por dependencia", etc. etc., poner siempre, repito, siempre:
"Por culpa del dinero, nuestro, que España nos roba".

Coronel Von Rohaut

(*) Entiendo que los medios españoles, que son la "brunete mediática" o punta de lanza de la opresión centralista, boicoteen la difusión de esta realidad y se hagan los suecos y manipulen los datos estadísticos o, peor aún, escondan la verdad o la falseen hasta el punto, en algunos casos comprobados, de volverla del revés. ¿Cuantas veces no he oído opiniones, salidas de la España profunda, acusando a los catalanes de vivir "a costa de todos los españoles" y de "hacer gastos inútiles con el dinero de los demás"?
Pero podríamos ser más incisivos en la información que mandamos al extranjero.