¿Una deslealtad o una discriminación? No, un latrocinio más, y ván...

Lo acabo de escuchar en el curso del debate del Parlament de Catalunya.

Siendo que en Catalunya vivimos un 16% de la población de España y que rendimos un 19% de su riqueza total o PIB, del Impuesto sobre el Patrimonio o sea, sobre la riqueza personal, más de un 40% del total de España se recauda en Catalunya.

Y no es cierto que casi la mitad de las grandes fortunas del país estén en Catalunya pues todo el mundo sabe que las grandes morteradas, los patrimonios faraónicos obtenidos gracias a la corrupción a gran escala y la proximidad del poder, se dan en Madrid. Y las grandes fincas, los inmensos latifundios, están en Andalucía ¿Que no pagan, estos? Pues mayormente, no. ¿Que no les persiguen los inspectores anti-fraude? Pues se vé, claramente, que no.

Y esta deslealtad del gobierno con los catalanes, de hacer pagar a unos y hacerse el sueco con los otros, los amiguetes, lo que es una auténtica canallada, se viene a añadir la ya continuada deslealtad de la falta de inversiones gubernamentales en Catalunya, a pesar de ser unos de los que más pagamos: la ministra de Fomento, la cerda de la Pastor, se niega a desdoblar un tramo de carretera de Girona de la N-II, una de las de mayor transito y con muchos accidentes, diciendo que no hay dinero y que hay que priorizar.

Para ella, priorizar, en la construcción ferroviaria por ejemplo, debe consistir en seguir gastando, todo y la crisis, más de 20.000 millones de euros en prolongar un AVE a Galicia, que no lo cogerá ni Jesucristo ni su Santa Madre, mientras se le niegan 4.000 millones a las líneas, abarrotadas y decimonónicas en sus vías y catenarias, de los trenes de cercanías de Barcelona.

Yo soy catalán, pero también me siento español, dicen algunos palurdos, ignorantes y analfabetos masoquistas, desviados sexuales y tarados mentales a los que les debe gustar que les violen y enculen en la Cueva de Alí Babá de Madrid (concepto, no ciudad).

Pues yo no y como que ya soy mayor y hace años que no me chupo el dedo, me quiero emancipar de la puta madrastra española que me explota, roba, saquea y expolia. Y que se meta por el culo la Constitución Española, toda ella bien enrollada y engrasada con vaselina.

Coronel Von Rohaut