En España hay independientes e independientes

Ahora habrán elecciones regionales en tres comunidades del estado español, Galicia, Euskadi y Catalunya, y en las dos primeras que se celebrarán primero se elevarán voces discordantes, los centralistas españolistas de siempre,  que aprovecharán para atacar, rajar contra la independencia de los catalanes. Ya no digamos los fanáticos como el Mayor Oreja (en la imagen), y más valdría que, todos, se ocuparan de sus asuntos.

Claro que en el País Vasco hay independentistas pero, visiblemente, menos que en Catalunya, ni siquiera proporcionalmente a la población. Y en parte porqué el partido mayoritario y, hasta hace poco hegemónico, el PNV, claro que es nacionalista, pero no tan independentista (vendría a ser como Convergència en Catalunya hasta hace poco, y Unió hasta casi ayer mismo) y no por falta de sentimientos si no por disfrutar, desde el primer día, de un Concierto Económico que les hace ser completa y realmente autónomos dentro del estado español, con soberanía fiscal casi entera. Y ya lo tienen bien como, quizás,  lo hubiéramos tenido bien en Catalunya de no ser por la ceguera, rabia y pasión castellana de España y sus élites españolistas.

Pero también deseo resaltar algo. Y es que los catalanes hemos tenido siempre una especie de admiración, nunca correspondida, hacía los vascos y los hemos tomado como "coleguis" en nuestra lucha nacional, cuando los vascos tienen de nosotros un sentimiento un poco despectivo, no muy diferente del que sienten hacía los demás españoles. No nos tienen por amigos ni menos por sus iguales (*).

Y es importante lo que pensaba, y decía en "petit comité", el President Tarradellas, que había convivido con ellos y los había sufrido durante la república y el exilio posterior. Les aconsejaba a los dirigentes catalanes que le visitaban en su refugio francés de Saint-Martin-le-Beau: "Manteneos alejados de los vascos, no son aliados de fiar, van a la suya y si te han que putear te putearán y si te han de joder te joderán". Te dejarían caer tranquilamente si ven que les conviene acercarse a España (y esto se ha visto en muchas votaciones en el Parlamento de la España contemporánea) y al Diario de las Cortes me remito.

No debería olvidarse nunca el comentario que hizo un día Felipe González, siendo ya Jefe del Gobierno, cuando afirmó que el mayor peligro para España (para "su" España unitaria) no era el terrorismo vasco, en su punto álgido entonces, si no la cultura y la lengua catalanas. Y en esto están todos los gobiernos españoles: en tratar, por lo civil o por lo penal, mejor por las buenas y atontándonos, pero si no por las malas y llegando tan lejos como haga falta, con alevosía y traición, de anularnos, borrarnos del mapa o, por lo menos, absorbernos y diluirnos dentro de la amalgama hispano-castellana.
De momento, arruinándonos y mientras nos siguen exprimiendo, casi y haber dejado ya la vaca tísica...

Coronel Von Rohaut

(*) Una parte de lo que nos diferencia podría ser, como dicen algunos, que "si rascas un vasco, sale un español" mientras que "si rascas un catalán, sale un francés". Por algo los españoles mismos decían, con un punto de admiración, que "una tortilla a la vasca es como una tortilla española pero con más huevos". Es por aquello de "los chicarrones del norte", mientras nosotros somos "los perros catalanes".