De verdad que ni yo mismo acabo de entender por qué me sulfuro tanto, por qué me cabreo como un mico, por qué me pongo como una furia rabiosa y hasta echo espuma por los belfos, cuando veo y escucho al ministro Montoro (*).
Decir que el Mas (la Generalitat catalana) se envuelve en la bandera para esconder el fracaso de su política económica cuando éste es, básicamente, fruto y consecuencia del expolio, el robo al que el mismo Montoro (y antes sus antecesores en el cargo) y sistemáticamente, nos somete a los catalanes, sería risible si no fuera dramático para tanta gente que no puede cobrar.
Ciertamente, cada vez que habla, yo diría que se puede ser hasta más sinvergüenza todavía, pero no más gracioso...
Coronel Von Rohaut
(*) Y al Wert, al García Margallo, al Rajoy, a la Pastor, al de Guindos, a la mayoría de dirigentes peperos, pero también putos sociatas y ministros anteriores como la "Maleni" y demás pesebristas de la cuadra madrileña y de cualquier pelaje, componentes del bestiario español de hoy y de siempre. O sea, de los hispano-castellanos en general, de cuya particular calaña, una verdadera mala ralea, ya debería estar yo acostumbrado y curado de espantos.
¡Apa, anem...!
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