sábado, octubre 13, 2012

O no se enteran o no se quieren enterar


Sigo con atención muchas tertulias sobre la afortunada, inteligente y perspicaz intervención del ministro Wert, sobre lo de querer "españolizar a los catalanes", que ni fue una improvisación ni una metedura de pata involuntaria, ya que está muy en línea con la tendencia política de este ideólogo de la "FAES", el laboratorio de ideas falangistas y ultraespañolistas de Aznar.

Y escucho análisis de la frase desde el punto de vista semántico, de oportunidad política, dentro o fuera de contexto, etc.. Pero no veo que nadie la sitúe correctamente, a saber:
  1. Decir que hay que "españolizar España" sería un pleonasmo o una gilipollez redundante e inútil, obvia, ya que España ya es, de por sí misma, española (*).
  2. Pero decir que hay que "españolizar Catalunya" es, más que una provocación, una agresión, al mismo nivel que lo sería decir que hay que germanizar Francia o Polonia. Y que es algo que España, Castilla, ya viene haciendo desde hace siglos, en su afán desmedido y fanático, imperialista, de fagocitar a Catalunya (con más o menos eficacia). Como ya españolizó Perú (y otros), y quería españolizar Portugal, que luego se le escaparon...
Coronel Von Rohaut


(*) Otra cosa ya sería pensar si vale la pena ser español y si España es, en si misma, algo valioso. Y me viene enseguida a la memoria aquella frase genial, que ya he traído aquí muchas veces porqué me encanta y que, al ser preguntado por unos colegas diputados cuando estaban redactando el prefacio de la Constitución española de 1876, cómo se podía definir jurídicamente qué era ser español, el parlamentario conservador (y no catalán) y Presidente del Consejo de Ministros durante gran parte de finales del siglo XIX, Don Antonio Cánovas del Castillo, soltó "son españoles todos aquellos que no pueden ser otra cosa".

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