Como cada año, el "Beaujolais Nouveau" llega a las tiendas de todo el mundo cristiano el tercer jueves de noviembre o sea, una semana justa antes que el pavo del "Thanksgiving Day".
Y como que cada año por estas mismas fechas hacemos una cena de Navidad en casa de uno de mis amigos de juventud y con todo el grupo (o lo que va quedando...) yo llevo un par de botellas para tomarlas con el aperitivo, ya que un vino joven no sirve para gran cosa más. Pero ningún año he fallado en la tradición de celebrar la llegada puntual de este vino popular y que pasa fácil.
Este año, además, lo aprovecharemos para iluminar nuestro día de reflexión antes de las plebiscitarias elecciones catalanas del domingo y que Dios reparta suerte.
Coronel Von Rohaut
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