Después de los éxitos rotundos y clamorosos, en plena crisis económica, de la recogida de alimentos no perecederos por parte del Banco de Alimentos de Catalunya hace unas pocas semanas y que batió récords, así como del récord nuevamente batido por la recogida de fondos (más de 10 millones de euros en un solo día) para enfermedades (este año la lucha contra el cáncer) a través de la "Marató de TV3", me siento orgulloso de Catalunya y los catalanes (*).
(imagen de la sala de voluntarios que recogen donativos por teléfono)
Celebro que triunfen estos actos de solidaridad, que no entiendo por qué la gente se avergüenza de llamarles por lo que son, actos de caridad (en los USA no tienen ningún pudor en llamarles "charity", pero en España nos ahogan los eufemismos; pues también le llaman solidaridad al acto de llevarse, desde Madrid, miles de millones cada año de los catalanes, para gastárselos en el resto de España, y esto es robo).
Los "progres" siempre claman que "menos caridad y más justicia" y yo estoy de acuerdo en que haya más justicia redistributiva; pero en España no la hay y por ello es necesaria la caridad; si no fuera por Cáritas y similares, mucha gente no comería en Catalunya. Y aun que la hubiere, siempre hace falta algo de caridad para complementarla; y practicándola, la gente se siente más solidaria y que forma parte de la "sociedad civil".
Coronel Von Rohaut
(*) Y me importa un par de cojones que en España nos sigan considerando, y llamando, tacaños. Actos similares en el resto de España no recogen ni una puta mierda; pero es que los castellanos son tan generosos y desprendidos, según presumen ellos...
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