De siempre he tenido una querencia casi obsesiva por los "canalillos" pectorales femeninos. Esta separación intermamaria o valle maravilloso entre dos colinas divinas, sobre todo si es lo suficientemente cerrado, apretado (*), ni que sea con la ayuda de esta invención moderna, cima de la tecnología, que son los llamados "push ups" o sostenedores tipo "Wonderbra".
Por cierto, el "canalillo", en catalán, es la "regatera"...
Y viva la "regatera" de las "tetas". Y las de la Brigitte Bardot son para la eternidad...
Coronel Von Rohaut
(*) Una mujer despelotada puede tener los senos como Dios se los hizo (y mucho mejor si se aguantan tiesos y no son demasiado sobaqueros), pero vestida y con un buen escote, el "canalillo" demasiado ancho y que deja ver el esternón, no lo encuentro "sexy".
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