En algunos círculos militares franceses están orgullosos del éxito (de preparación y de realización) de su "blitzkrieg del desierto" que, en pocos días y con fuerzas variadas y traídas de lejos (arriba, saltando sobre Tombouctou), ha recorrido miles de kilómetros y ha recuperado, sin bajas pero con poca oposición (salvo en los primeros días y en la fase de parar el avance islamista), gran parte del territorio desértico del Mali y todas sus principales poblaciones.
Pero ahora se levantan voces que alertan sobre el peligro de ser objeto de emboscadas y atentados en las muy largas líneas de suministro ya que, en un avance rápido, el alejamiento de las bases de partida y soporte es el principal peligro (claro que ahora hay el suministro aéreo que evita circular por las rutas desprotegidas). Un "Tigre" vigilando el aeropuerto de Gao.
Francia proclama que quiere irse en cuanto pueda y dejar el control militar a las fuerzas africanas, la MISMA y países de la CEDEAO, más el Tchad que es uno de los mejor armados y, por vecindad, de los más interesados en la tranquilidad del Mali. Mientras, se pone en marcha la operación EUTM Mali o formación de las tropas del país por parte de formadores internacionales, principalmente europeos y que ya han prometido su asistencia (España en primer lugar), así como la financiación de la misma. Francia ha prometido una ayuda de 45 millones de euros, mayormente en especies. Como ceder material.
Y vista la vetustez de algunos materiales empleados por Francia en el Mali, como los autocañones de 90 mm "Sagaie" y algunos VAB de los que ni siquiera fueron modernizados para Afghanistan y después de la Guerra del Golfo, bien harían en regalarlos y evitarse el gasto de reembarcarlos hacía Francia.
Coronel Von Rohaut
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