El exceso de connivencia y de intereses cruzados entre los militares y sus contratistas civiles y proveedores está haciendo bajar la fiabilidad de los materiales modernos o recién adquiridos.
En breve la US Navy va a enviar en su primera misión al LCS USS Freedom, del que muchos analistas convienen en decir que tal buque (o su buque-hermano pero de distinto diseño, el USS Independence), no resistiría el entorno hostil de una zona de guerra y no se garantiza su supervivencia en combate.
Se duda de la resistencia de su casco de aluminio, el sistema de combate y el radar de búsqueda superficie-aire presentan deficiencias, y las vibraciones perjudican la eficacia de sus cañones de 30 y de 57 mm. Se tardará en poder confiar en su sistema de caza-minas y no se ha solucionado la adaptación de su helicóptero.
Y la US Navy pretende adquirir 55 de tales "bañeras"... de 670 millones de dólares por unidad.
Coronel Von Rohaut
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