Echar al joputa jesuístico Durán i Lleida, cabeza de Unió (una parte de CIU) a la puta calle, o encerrarle en un campo de concentración, sería un dilema para el partido en el poder ya que, si sus diputados mayormente le seguían, el actual gobierno se quedaría sin mayoría en el Parlament y su proceso de camino hacía la soberanía quedaría paralizado.
Pero igual parálisis puede sobrevenir si el puto Durán, auténtico Caballo de Troya del españolismo dentro del partido, sigue en su cargo y no para, con sus manifestaciones y ansias de entorpecer y diluir, de poner palos en las ruedas de la hoja de ruta trazada por Mas/Junquera.
¿Qué hacer? Pues de verdad os digo que no lo sé, porqué si lo supiera ya dejaría de ser un dilema. Pero me cago en la puta madre que lo parió y juraría que si su padre le puso José Antonio igual era en honor al Primo de Rivera...
¿Durán al paredón? (virtual ¡eh!). Igual seria una solución.
Coronel Von Rohaut
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