Salido de Toulon a primeros de diciembre hacía el África Occidental, desapareció de los mapas durante un tiempo y luego se supo que había servido de sostén a la operación fallida de "commandos" franceses que intentaron liberar el rehén de los djihadistas somalíes, en el Índico.
Y ayer llegó a la Ciudad del Cabo (imagen) donde, oficialmente y por parte de Francia, tampoco era esperado (sí lo comunicaron las autoridades sudafricanas), de regreso hacía las aguas del Golfo de Guinea.
Donde tenía que estar, y formando parte de la Operación Corymbe, un dispositivo permanente de la marina francesa puesto en pié en 1990, para disponer de forma fija e instantánea de un buque, en rotaciones, preparado para realizar, en caso necesario, evacuaciones de civiles en países peligrosos, apoyar a las fuerzas francesas preposicionadas en algunos de los países de la región, y sostener operaciones anti-piratería, ahora más necesarias que nunca.
Coronel Von Rohaut
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