El "USS Tennessee", un submarino lanza-missiles de la veterana clase "Ohio", regresa a la base naval de Kings Bay, en Georgia, después de una misión de más de tres meses de silenciosa y secreta navegación bajo las aguas.
Las esposas de los tripulantes deben estar esperando, trémulas y ansiosas, a sus maridos, salvo aquellas, siempre las hay, que hayan aprovechado la ocasión para ponerles un buen par de cuernos a sus legítimos.
Es dura la vida del submarinista...
Coronel Von Rohaut
(Los marineros de otros buques como portaaviones y destructores también hacen despliegues en el mar de más de tres y cuatro meses, pero con algunas escalas en puertos, donde pueden descargar sus ardores. Hace muchos años Barcelona era escala habitual de los barcos de la VIª Flota del Mediterráneo y, cuando se avisaba de su llegada rotatoria, la ciudad, ya muy famosa internacionalmente por su abundancia de putas, recibía oleadas de carne fresca de prostíbulo, que se esparcía por las Ramblas y el entonces típico Barrio Chino, procedente de otras ciudades españolas y que venían a hacer "bolos" y ampliar la oferta. Eran como una especie de "temporeras" que seguían la "ruta del plátano americano"...
Y como que en los buques (y cuarteles o bases) de la US Navy no está permitida la ingesta de alcohol (ni vino, y contrariamente a los buques franceses y de otros países) todos lo bares de Barcelona hacían su agosto, en una época en que no existía el turismo de alpargata, gran consumidor, ahora, de "sangría" barata.)
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