Por delante de este azufaifo (*), del que ya hablé en otra ocasión, que estaba en un jardín particular (en la imagen de arriba) y que ahora, salvado por la presión vecinal y transformado en un centro municipal, está mejor acondicionado, paso cada día que, como hoy, me acerco a desayunar al bar del mercado de Sant Gervasi.
Y en la placa del pié pone que es del año 1.857. Cuando tanto Sant Gervasi de Cassolas como el vecino Sarriá, eran dos municipios independientes al pie del Tibidabo (Sarriá, el barrio natal de mi esposa, lo fue hasta el año 1921 en que fue el último pueblo anexionado a Barcelona)(**), en las afueras de Barcelona-ciudad y a los que, en verano, los burgueses de la capital subían a veranear en sus mansiones de estío.
El actual metro de Sarriá, todavía llamado "Tren de Sarriá", en un principio era un tren con máquina de vapor que, al aire libre, subía por la calle de Balmes y luego, girando por Vía Augusta, paraba en las estaciones de la Bonanova y las Tres Torres, hoy también barrios elegantes de la parte alta de Barcelona...
Coronel Von Rohaut
(*) "Ginjoler" en catalán, y de cuyo fruto, comestible, el "gínjol", hay un refrán que dice, de una persona alegre, que está "més content que un gínjol".
(**) Franco nunca permitió que se anexionasen a Barcelona-ciudad otras poblaciones de su área metropolitana, para que no sobrepasara en habitantes a la capital manchega. L'Hospitalet (con sus 260.000 habitantes y la mayor densidad urbana de Europa) está separado de Barcelona por una calle de la que cada una de las aceras pertenece a un municipio distinto. Sant Adriá de Besós y Santa Coloma de Gramenet están separados de Barcelona por un río, cuyos puentes dan continuidad urbana a sus calles.
En cambio, Franco propició que se anexionaran a Madrid poblaciones, hoy barrios, alejadas entonces varios kilómetros de la capital, con el fín de incrementar su superficie y número de habitantes...
Luego hablan de la "grandeur" de De Gaulle.
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