Y a vueltas con lo del arte que no se entiende.

Como decía ayer sobre el "nouvau roman" (y que quizás también pueda decirse en lo de la "nouvelle cuisine" y guardando todas las distancias) es posible, mejor dicho, estoy seguro, que en su encumbramiento hay mucho de papanatismo, en aquello de negarse o no querer ser el primero en confesar, que el puto emperador no es que lleve un vestido que solo pueden apreciar los inteligentes, si no que es que el tío va en puta pelota picada.

No voy a negar ahora el arte de Picasso, Miró, Piet Mondrian (cuadro de abajo), Paul Klee, Kandinsky (en la imagen arriba), Pollock, etc.. Ni que no tengan auténtica calidad, algunos un poco y algunos otros un mucho. Pero entre algunos de sus seguidores e imitadores, se dan verdaderas engañifas, tomaduras de pelo monumentales, ya que lo que pintan y/o esculpen es una verdadera mierda atada con un cordel, que no tiene ni pies ni cabeza.

Y ¡ojo!, que no soy ningún viejo obsoleto que reniega o abomina, solo porqué sí, de todo lo moderno. Ni mucho menos; y soy el primero en reírme de los pobres paletos que, ante una obra de arte, que puede ser un poco confusa o abstracta  dicen, con cara contrariada: "Vaya mierda de cuadro... ¡no se entiende nada!".

Porqué muchas veces el arte no hay que entenderlo, si no que lo que hay que hacer es apreciarlo. Tan solo mirarlo y, si te gusta, admirarlo. Gusta o no gusta y ya está. Querer entenderlo es un gilipollez ya que la pintura es solo eso, un arte decorativo. ¡Ah! y claro está, hay pinturas buenas, antiguas, clásicas y modernas, y pinturas malas, rematadamente malas, de cualquier época o estilo. Y de modernas, algunas son para cagarse en ellas... y ya está.

Coronel Von Rohaut