Después de haber sido probado esta pasado verano con éxito, a bordo de un destructor (imágenes de arriba) desde el que destruyó en el aire a tres "drones" e incendió una o dos lanchas rápidas en el agua, este cañón láser de la US Navy será instalado a bordo de la base flotante fija "USS Ponce", situada en el Golfo Pérsico.
Luego de años y de millones de dólares gastados y de fracasos estruendosos parece que, por fín, conseguirán que les funcione el "rayo de la muerte". Que alcanza objetivos a la velocidad, literalmente, de la luz.
Aparte del dineral gastado en I+D y pruebas, su construcción seguirá siendo cara al tratarse de alta tecnología (todo y que este modelo utiliza un tipo de láser comercial), pero luego su explotación es muy económica ya que, al tratarse de un disparo de energía eléctrica acumulada, cada uno de los disparos no cuesta más allá de menos de un dólar o, como dice un almirante, "pocket money", calderilla.
Las ventajas de esta arma que dicen es una revolución igual a la de la invención de la pólvora en tiempos de las espadas y cuchillos son, aparte de su inigualable precisión, que su potencia puede regularse entre disparo no letal hasta disparo destructivo; que funciona ininterrumpidamente mientras haya suministro eléctrico y que el buque no precisa transportar municiones y explosivos a bordo. Y que con el tiempo ya sabrán incrementar su potencia para destruir blancos de mayor entidad.
Su despliegue en el Golfo Pérsico permitirá, quizás, probarlo y enfrentarle en combate contra las lanchas rápidas con las que Iran amenaza la navegación por el Golfo, y que es para lo que parece que haya sido construido...
Coronel Von Rohaut
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