martes, abril 16, 2013

Me niego a que se banalice

Cuando en el Reino Unido, por haber mentido en relación a una denuncia de tráfico, un ministro inglés ha dimitido de su cargo, es grave que, en España, la puta lesbiana cantarina de la Pantoja no entre en prisión por los blanqueos de dineros chorizados del Ayuntamiento de Marbella por su chulo, y tan solo haya sido condenada a una pena leve y barata. Más grave es que el supuesto gran chorizo nacional, el Bárcenas, todavía siga tan campante por la calle, pero mucho peor es que el Rodrigo Rato no solo no haya sido encarcelado si no que, después de perpetrar, supuestamente, una de las estafas bancario-financieras mas graves de los tiempos modernos, haya sido premiado con un cargo de dirigente altamente remunerado en la compañía Telefonica y amparado por sus amigos del gobierno.

Mientras, y no hace mucho, los muy hidalgos jueces españoles querían encerrar en la cárcel a una chica por haber robado un bocadillo...

Pero yo me niego a que se banalice el ser íntimo, el alma pícara de este país hispano-castellano, tildándolo de "país de pandereta". No, lo que es este país de mierda es un estado mafioso, en vez de un estado de derecho, una auténtica Cueva de Alí Babá, con sede social en Madrid, y que más quisiéramos las buenas gentes que por su territorio nos arrastramos y malvivimos, que los ladrones solo fueran 40...

Coronel Von Rohaut

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