martes, abril 30, 2013

Obscenidad

Por un lado y al parecer, el cocinero vasco y mediático Karlos Arguiñano acaba de ser despedido de su programa en "Antena 3 Televisión" por haber dicho, durante el curso de uno de sus programas y como comentario de pasada, que los banqueros eran unos "gangsters" que habían sido culpables de la crisis económica. (*)

Pues bien, el Consejero Delegado del Banco de Santander, propiedad del Emilio Botín, un tal Alfredo Sanz y que estaba condenado por un tema fraudulento, ha dimitido antes que el Banco de España le cesara. Por más valores profesionales que tuviera y por más agradecido que estuviera su jefe, que este señor se jubile con una bonificación (récord en España y en muchos otros países) de 88 millones de euros, que son la friolera de más de 14 mil millones de pesetas, es sencillamente obsceno aún que sea legal.
Es profundamente inmoral.

Cuando se dice que la persona que más cobre en una empresa no debiera percibir más de 20 veces más que el que menos cobra, pero un obrero tendría que trabajar 10.000 años para jubilarse con la pensión del Sr. Sanz, sencillamente esto es  pornografía dura.

Lo siento ya que yo no quisiera pensar así ya que nunca he sido ni muy de izquierdas ni mucho menos marxista. Pero ante hechos como este, que clama al cielo, es posible que, como hizo la Revolución Francesa con los sátrapas del Ancien Régime (reyes, príncipes y aristócratas), hoy a los grandes financieros especuladores, a los banqueros sin entrañas y que han llevado el país a la ruina, a los políticos corruptos y sinvergüenzas que les encubren, habría que guillotinarles a todos.
Cortarles la cabeza para extirpar de raíz el núcleo del mal.

Coronel Von Rohaut

(*) En Islandia a algunos los metieron en la cárcel.

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