De cuando los submarinos españoles son, efectivamente, auténticos submarinos: no flotan...

Avisado por un lector amigo sobre la aventura de los nuevos submarinos españoles fabricados en Cartagena por Navantia, la clase "S-80", leo que, efectivamente, lastrados con un sobrepeso de 100 toneladas sobre lo previsto,  estos submarinos no flotan o sea, se irían directamente al fondo del mar sin posibilidad de volver a la superficie...

¿Como ha podido ocurrir esto, después de llevar gastados 530 millones de euros (de un presupuesto total de 2,2 mil millones) en la elaboración de una flota submarina "puntera" y que tenía que ser la envidia del mundo mundial? Trataré de resumirlo.

Durante varias décadas Navantia ha estado construyendo submarinos, para la Armada española y alguna exportación, con patentes, planos y colaboración industrial de la "DCN" francesa (empresa de astilleros nacionales franceses que está ahora en vías de privatización).

Pero hace algunos años y por unos problemas comerciales, se pelearon y España decidió diseñar y construir su propia flota de submarinos no nucleares pero de última generación. Exactamente 4 (ampliables a +2, ahora dudosos), el primero de los cuales, el
S-81 "Isaac Peral" tenía que ser entregado en marzo del 2017. La imagen de arriba es una construcción por ordenador.

Primero tuvieron un problema judicial con DCN que acusó a Navantia de hacer su propio submarino basado en el casco del "Scorpène" francés pero instalando un sistema de propulsión propio, independiente del aire, un AIP con pila de combustible de bioetanol (cuyo primer prototipo, por cierto, se quemó...). Se resolvió el litigio  y se siguió con la construcción.

Pero ahora resulta que se han dado cuenta que, por exceso de peso, no flotarían. Los medios franceses que dan la noticia dicen, supongo que con regodeo: "Los submarinos españoles no saben nadar".

La única solución, aparte de reducir peso, lo que es casi imposible, es alargar el casco para, con mayor volumen, compensar y dar la flotabilidad necesaria. Pero para esto Navantia ha de pedir ayuda a sus nuevos socios tecnológicos, las americanas "Lockheed Martin/Electric Boat/General Dynamics". Y la reforma, que significa rediseñar todo el buque, costará otro dineral y de uno a dos años de retraso.

Ya lo decía un sabio español: "¡Que inventen ellos!"

Y es que aquí, no sabemos...

Coronel Von Rohaut