lunes, mayo 06, 2013

"Hacedores de Imperios"

Al tratar profusamente las actuales implicaciones militares francesas en África me vienen a la memoria los hombres que, desde el silencio de los despachos, hicieron el Imperio Colonial Francés (*).

Por lo tanto, no solamente los conocidos Maréchal Lyautey y demás (**), de los tiempos de las "cañoneras" y las marchas de la Légion con las que se conquistaron territorios, si no los que los sostuvieron y recosieron cuando los tiempos ya no eran propicios.

Y un ejemplo fue Jacques Foccart, que se unió a la Francia Libre de Charles De Gaulle y combatió en la Resistencia. Terminada la IIGM y cuando, al cabo de pocos años y especialmente el fracaso de la Crisis de Suez, empezaron a independizarse las antiguas colonias de África (***), De Gaulle le llamó para ver de "salvar los muebles".

Con su sentido de la intriga y la confabulación, y gracias a la componenda con el recién nombrado Jefe de Gobierno de la recién independizada Costa de Marfil, Félix Houphouët-Boigny (****), con Cuartel General en Abidjan y país que se convirtió en el más rico y occidentalizado de las antiguas colonias francesas en África, Foccart tejió una red de aliados, socios y nuevos gobernantes amigos y clientelares (generalmente corruptos o corruptibles) que permitieron que Francia mantuviera,  no la soberanía, pero sí la preeminencia económica, si no el monopolio comercial, en casi todos los nuevos estados (a excepción de la comunista Guinea Conakry, que tardó en volver al redil). Argelia aparte, por la cruel guerra que allí se desarrolló.

Mantuvo la "Union Française", luego reemplazada por la "Communauté Française", organismo supra-nacional que se sostuvo hasta los años 60' si bién, con o sin nombre oficial, su influencia se ha venido aguantando a lo largo de los tiempos. Se componía de Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Dahomey (hoy Benin), Alto Volta (hoy Burkina Faso), Niger, Tchad, Gabon, República Centroafricana, Congo Brazzaville y Madagascar; luego se unieron Togo y Camerún, más Mali (entonces Sudán francés), así como territorios ex-portugueses y ex-belgas como Congo-Kinshasa (Foccart promovió la secesión de Katanga y luego la de Biafra en Nigeria, que los USA abortaron) y Rwanda-Burundi. Más las Comores y Djibouti.

 Foccart fue el "hombre de De Gaulle para Africa" (con el que se entrevistaba y despachaba a diario) y se mantuvo con Pompidou. Giscard d'Estaing (muy "africano") lo reemplazó por un pupilo suyo pero regresó con Chirac si bién, durante la presidencia de Mitterrand, tuvo que compartir chanchullos con el hijo más "mafioso" de éste, el por mal nombre, llamado "Papá m'a dit". Con la presidencia de Chirac volvió como asesor especial; al fallecer en 1997 y con 84 años, se cuenta que poco antes de morir todavía  estaba hablando por teléfono con alguna personalidad relacionada con el Zaire (Congo Belga).

Durante años, su agenda africana fue objeto del deseo de espías, políticos, empresarios coloniales, traficantes y aventureros de todo pelaje.

Eso era "neo colonialismo" puro y duro, pero Houphouët-Boigny lo bautizó como la "Françafrique". Denominación que Sarkozy intentó enterrar más que nada por la apariencia pero, coloquialmente, se sigue manteniendo.

Para Occidente, hombres como Foccart son imprescindibles y, cuando desaparecen, los países lo pagan caro y se encojen y pierden influencia.
O son sustituidos por chinos y americanos...

Coronel Von Rohaut

(*) Como los que crearon el Imperio Británico, cuya "joya de la Corona" era la India que, con su "Ejército de la India" de los tiempos victorianos (y posteriores) sirvió de forja de grandes militares.
(**) Como los anteriores Pierre Savorgnan de Brazza, Parfait-Louis Monteil, Voulet/Chanoines, Foureau/Lamy, Gentil, Jean-Baptiste Marchand, etc.
(***) En Indochina, ya en guerra, las cosas se habían precipitado en el mismo momento de la retirada japonesa al final de la IIGM y que a los franceses ya les costó recuperar el territorio e imponer su autoridad.
(****) Si bien era negro, contrariamente a los dirigentes africanos actuales que casi todos han vuelto a sus nombres salvajes o islamizados, mantenía su nombre de fonética francesa. Y fué ministro en varios gobiernos de la Francia continental antes de presidir la independencia, pacífica, de su país.

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