Este remolcador de alta mar es uno de los tres de la misma clase, construidos en Hamburg, Alemania, y originalmente diseñados para el eventual remolque de los submarinos nucleares franceses en caso de pana de motor y son los más potentes de la Marine Nationale, teniendo capacidad de rompe-hielos (*).
Mañana sábado zarpará de su base de Brest en una misión de reconocimiento de la Ruta Norte, el equivalente del famoso Paso del Noroeste canadiense, pero que transcurre a lo lo largo de la costa siberiana. Huelga decir que, de joven, me habría vuelto loco de poder participar en tal misión de exploración marina, apertura de rutas y estudio del tráfico, observaciones meteorológicas, etc.
Debido al retroceso de la banquisa de la zona ártica, esta ruta Norte es cada vez más accesible a la navegación comercial y acorta y abarata el trayecto Europa-Asia; además, en el viaje hacía el Lejano Oriente desde Europa, elude el peligro de las piraterías del Océano Índico.
A primeros de junio hará una escala en el puerto ártico ruso de Arkangelsk, y por San Juan regresará a Brest.
Coronel Von Rohaut
(*) Pueden avanzar con hielos de 2 metros de grosor.
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