Algunos amigos a veces me señalan que, todo y estando de acuerdo con ciertas posiciones o afirmaciones mías, pierdo la razón (según ellos, claro) cuando lo expreso con un lenguaje excesivamente grosero. Y es verdad (lo dije desde el primer día) que a mi me encanta insultar y tener un discurso totalmente alejado de la corrección política y, si lo encuentro necesario, hasta de la mas mínima buena educación. Disfruto con mis malos modales, que quieres que te diga...
Y me siento respaldado cuando leo ciertos pasajes de un escritor famoso como el novelista y articulista valenciano Ferrán Torrent.
Como cuando, como hoy, dice en su columna: "Es en estos momentos cuando me acuerdo de los hijos de la gran puta que nos han estafado (*) y que, en lugar de residir en la cárcel, les indemnizan con cantidades millonarias para que vivan como marqueses".
Sí señor, así se habla, y al hijoputa se le llama hijoputa y no famoso banquero, ni prócer valenciano, ni...
Coronel Von Rohaut
(*) Se refiere a los que fueron engañados con las famosas "participaciones preferentes", en este caso de "Bancaja", sucesora de la Caja de Ahorros de Valencia y luego, con la Caja de Madrid, integradas en la malvada "Bankia", que salió fraudulentamente a Bolsa con una valoración falsa. Una estafa multimillonaria.
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