Si bien es cierto que con la excusa de la crisis el gobierno español ha agudizado su proceso de "recentralización" del Estado español, agitando, entre otros sofismas, la falacia de la necesidad de una "unidad de mercado", que jamás ha sido ningún estorbo a la marcha de la economía en ningún país serio (*), este afán recentralizador o de recuperación de competencias transferidas hace años que se viene produciendo.
Dos eminentes profesores de Derecho Constitucional han identificado y detallado hasta 25 actuaciones del gobierno del Estado español que desde el año 2008 y agudizado en el 2010 están expandiendo el poder central, laminando las autonomías e invadiendo competencias, especialmente de Catalunya y con especial incidencia en el vaciado de la autonomía financiera y el ahogo económico.
Y resaltan que todo y dándose un claro y descarado ataque a la autonomía catalana, ya muy disminuida desde un principio, en algunos casos hasta puede darse el caso que el o los funcionarios centralistas que redactan leyes o reglamentos invasivos de competencias de la Generalitat, lo puedan estar haciendo inconscientemente, sin darse cuenta de los callos que pisan, debido a ser tanta su prepotencia y el convencimiento que sus normas estatales, por si mismas y el pertenecer a un órgano legislativo que consideran superior, están siempre por encima de las normas autonómicas, para ellos y siempre, de rango jurídico inferior, y que ignoran y desprecian íntimamente.
Pero sin decirlo abiertamente, se está acometiendo el ahogo competencial y financiero del autogobierno, al que se asedia y se minoriza.
Es por ello que ya no cabe ninguna negociación con el estado central para ver de salvar las migajas. Es una guerra a muerte que busca nuestra desaparición por lo que la única solución es la independencia, antes que consigan nuestra eliminación como nación y hasta como simple comunidad con cierta personalidad diferenciada.
Coronel Von Rohaut
(*) Los USA llevan años siendo la primera economía del mundo y cada estado federal tiene multitud de leyes, normas, tasas e impuestos propios, no forzosamente iguales ni parecidos a los de los demás estados, salvo en las directrices federales que no siempre inciden en el meollo del tema. Lo sé, que yo he vivido allí...
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