En el periódico de hoy hablan de un grupo de chicos aficionados a la natación sincronizada y precisan que para dedicarse a ella (igual que para dedicarse al baile, aclaran) no hace falta ser homosexual. Hacen bien en explicarlo ya que a mi, un poco amariconados, sí que siempre me han parecido los bailarines y bailaores.
Igual que los peluqueros de señoras. Si bien un estilista tan afamado como el Lluís Llongueras siempre ha presumido de haber follado más que el "gallo de la Pasión".
En 1975 tuvo un gran éxito la película "Shampoo" protagonizada por uno de los más famosos "pichas bravas" de Hollywood, el actor Warren Beatty, hermano de Shirley MacLaine. Y representaba a un peluquero de Beverly Hills que iba por las casas peinando a las pijas y ricas amas de casa de aquella urbanización de lujo, y a todas se las cepillaba y volvía locas.
Ahora, en su biografía, el Llongueras viene a contar lo mismo; yo no sé si vió dicha película y la recuerda y reconstruye, o es verdad que sus clientas pasaban todas por el aro. O, mejor dicho, le ofrecían ellas su aro húmedo por el que él pasaba triunfante.
De ser esto último, felicidades Lluís, que es mucho mejor esto que ser "marica viejo"; que el pájaro tiene tres tacos más que yo...
Coronel Von Rohaut
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