Dicen que el rey Alberto II de Belgica, de 79 años, acaba de anunciar que abdica en su hijo Felipe, de 53.
Juro que me importa tres pares de cojones la corona belga (y todas las coronas). Pero no puedo dejar de recordar cuando el entonces hermano del Rey Balduino (casado con una medio monja española, la Fabiola), se casó con una jovencita italiana (dos años mayor que yo y que ahora es una abuela, elegante pero abuela), una auténtica monada llamada Princesa Paola Ruffo di Calabria, a la que un cantante de moda de entonces, el belga de origen italiano Salvatore Adamo ("Mis manos en tu cintura") le dedicó una canción a la "dulce Paola". Aseguran que tuvieron un romance o sea, el Salvatore se la benefició y le puso un buen par de cuernos al príncipe Albertito; que llegó a Rey y la Paola a Reina, cuando el Balduino falleció sin descendencia (claro, ¿quién tendría huevos de dejar preñada a la monja Fabiola?).
Qué envidia...
Coronel Von Rohaut
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