Por más que la Audiencia haya prohibido su difusión (con ello y cobrando (*), la Camacho ya se ha dado por satisfecha cuando, hace cuatro días, bramaba que quería llegar hasta el fondo del asunto), todos hemos escuchado las cintas grabadas en este restaurante, porqué nos las ha enviado algún amigo o las hemos pillado en Youtube antes que las suprimieran (si bien, buscando, se pueden seguir escuchando).
Pero más que prohibir su difusión , lo que es vergonzoso y deja retratada a la justicia celtíbera, es que en dichas cintas la tal Camacho (en las imágenes de arriba, antes y después de retocarse), este putón verbenero (**) manifieste abiertamente que ella, una diputada, tiene a fiscales y policías a su disposición.
En cualquier país civilizado o un "estado de derecho" como a ella y sus amigos tanto les gusta presumir, de no haber dimitido, que sería lo propio, ya la habrían echado con patadas en su grueso culo incluidas, del Parlament, del Partido, de la sociedad, del país.
País que, por cierto, ésta España mía ésta España nuestra, es una mierda de país... Y vaya otra mierda de letra, una engañifa de la famosa transición, era ésta canción de la pobre Cecilia. Ya que España nunca ha sido ni mía ni nuestra; siempre ha sido de ellos, de los chorizos, los corruptos, los políticos y banqueros hispanos, los buitres carroñeros...
Coronel Von Rohaut
(*) Cobro que ha dicho destinará a una ONG lo que es otra bola, una fantasmada populista, de esta tipeja ya que ella sabe, o debería conocer, que nunca cobrará ni un duro ya que la agencia de detectives está en suspensión de pagos, quebrada...
(**) Que no es ningún insulto; es solo una descripción (solo hay que mirarla) que yo tengo todo el derecho del mundo a expresar.
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